Javier Marías

Caminar en la oscuridad

Lukashenko, Aleksandr, en las redes sociales cortando leña, dice él que «para una Europa sin gas». Maldita la gracia.

Ha muerto Javier Marías, para mí el mejor escritor español de su generación. Voy rumiándolo lentamente, melancólicamente, mientras el mundo entero sigue entregado a los actos previos al pomposo funeral de Estado que se le prepara a Isabel II, elevada ya a icono universal de todos los tiempos.

Silencio, solemnidad y lágrimas impregnan Westminster mientras, a unos cuantos miles de kilómetros, arrecian los combates en Ucrania. Ahora que Rusia comprueba, en carne propia, el avance sangriento de las tropas enemigas, avisa a Estados Unidos de que estamos en el prólogo de la Tercera Guerra Mundial. Y se burla entretanto de nosotros, los europeos, por boca del presidente bielorruso. Se nos presenta de repente el susodicho Lukashenko, Aleksandr, en las redes sociales cortando leña, dice él que «para una Europa sin gas». Maldita la gracia.

¿Y las facturas de luz y gas que empiezan a llovernos? Multiplicadas por cuatro al renovar contrato con nuestra compañía de turno, a pesar de la famosa excepción ibérica. Esto es sólo el comienzo. Cuando llegue de verdad el frío invierno y haya que tirar de la calefacción, nos acordaremos de todos los ancestros de Lukashenko y Putin, a no ser que la Unión Europea sorprenda con una gestión rápida y eficaz del asunto.

Al observar la política nacional, tampoco hay motivos para el optimismo. Los partidos serios no deberían mantener en sus filas a diputados como Alberto Casero. No ya por tropezar varias veces con la misma piedra humillante de la equivocación, al votar en el Congreso, sino por seguir teniendo voz… y voto relevante, a pesar del expediente informativo que le abrió el propio PP por indicios de prevaricación y malversación.

En el Gobierno y sus alrededores, más de lo mismo. El CIS, ese organismo público dirigido por Tezanos, vuelve a sorprendernos desmarcándose del resto de los sondeos e inflando, una vez más, las posibilidades electorales del PSOE. Cada dos por tres recibimos del CIS un sondeo o un «flash» que tienen como objetivo «vender» sin disimulo a Pedro Sánchez. ¿Alguien me puede decir cuánto dinero nos cuesta esto a los españoles? No solo es propaganda, es despilfarro indignante.

Por si fuera poco, resulta que se retira del tenis el grandísimo Roger Federer… No hay por dónde coger esta semana. Cuesta encontrar buenas noticias que compartir. Este nuevo curso me propuse firmemente hacer un hueco en el informativo para, al menos, dejar con buen sabor de boca a nuestros espectadores al final de la narración de la jornada. Lo paradójico del asunto es que buscamos, literalmente, debajo de las piedras, hasta detectar un rayo de luz. A no ser que informemos de un avance médico, este septiembre caminamos en la oscuridad.