Opinión
Brasilia, antes en Washington, y Madrid, Sevilla y Barcelona
Lo sucedido en Brasilia, de evidentes reminiscencias con lo sucedido hace dos años en el Capitolio estadounidense con seguidores de Trump acusando de un fraude electoral en las elecciones presidenciales que ganó Biden, debe mover a algo más que a una clara condena de lo sucedido. Es preciso una investigación independiente que depure las responsabilidades que procedan y el castigo que legalmente merezcan los responsables pero no solo eso, que por supuesto es obligado. Entre nosotros y ante las condenas hacia lo sucedido procedentes de la izquierda gubernamental sanchista, habría que recordar otros precedentes no tan lejanos en el tiempo vividos en España con los podemitas de protagonistas estelares que no únicos. Hace escasamente cuatro años, tras la derrota del socialismo hegemónico en Andalucía durante casi 40, la extrema izquierda podemita declaró una «alerta antifascista» como es bien conocido, con manifestaciones y movilizaciones que intentaban impedir la materialización del cambio decretado por los andaluces en las urnas. También se recuerdan las convocatorias para «rodear el Congreso» por los mismos actores o lo sucedido en Barcelona el 15 de junio de 2011 para impedir el acceso al Parlament de Cataluña de los diputados y que no pudieran debatir y aprobar la primera ley de presupuestos del gobierno de Artur Mas, tras dos Tripartitos sucesivos con presidencia socialista y en coalición con ERC y la franquicia podemita catalana. Volviendo a Estados Unidos, el deseo de neutralizar una eventual candidatura de Trump el año próximo por la vía política o judicial, de hecho por una síntesis de ambas,–recuérdese la irrupción del FBI en su residencia privada de Florida en busca de documentos «sospechosos» sin precedentes en el país– no ayuda a clarificar totalmente lo sucedido. Con el cambio de la mayoría política en la House, tras las 15 votaciones necesarias para elegir a McCarthy como nuevo Chairman de la Cámara de Representantes, se abre un nuevo escenario donde el foco de la investigación va a estar puesto ahora en la Casa Blanca. Sin duda Trump y Bolsonaro como presidentes de dos grandes países como USA y Brasil eran un contrapeso político notable al establishment progre dominante que en España es tan bien conocido como padecido. El principio de acción y reacción de la física se aplica también a la política, donde quien «siembra vientos suele recoger tempestades» como es sabido. El PSOE frente populista del sanchismo, con ERC, Bildu y Podemos, está radicalizando la política en España y creando este caldo de cultivo reactivo que vemos en Washington y Brasilia. Pero antes fue aquí, no se olvide.
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