
Sin Perdón
Pumpido y sus mariachis aprueban la amnistía
«Es uno de los mayores actos de corrupción política de nuestra historia»
La ley de amnistía fue un escandaloso acto de corrupción política perpetrado por Pedro Sánchez para comprar el voto de siete diputados de Junts y conseguir la presidencia del Gobierno. Un acto de estas características haría nulo cualquier contrato. En cualquier democracia sería impensable que un tribunal constitucional independiente, a diferencia de lo que sucede en España con Conde-Pumpido y sus mariachistas sanchistas, validara algo tan reprobable e indigno como es la autoamnistía. Esto es posible por la catadura moral y la ausencia de principios de los magistrados progresistas del Constitucional, así como del escaso nivel jurídico de algunos. Estamos ante el mayor ataque que ha sufrido el Estado de Derecho y la separación de poderes desde la aprobación de la Constitución. Conde-Pumpido, que es el autor intelectual de este despropósito, nunca podrá ser amnistiado por la Historia. En esta aventura indigna le acompañan Montalbán, Segoviano, Sáez, Balaguer y Díaz. Son seis nombres que quedarán unidos a una lamentable sentencia que es un intento de mutación constitucional.
No existe una voz más autorizada que la de Felipe González, porque nadie mejor que él conoce cuál era la voluntad de los constituyentes. No se encuentra entre nosotros, desgraciadamente, Adolfo Suárez, así como otros protagonistas de aquel momento histórico deslumbrante que quieren enterrar Sánchez y Conde-Pumpido. Ninguno de ellos hubiera apoyado este disparate jurídico que rechaza la inmensa mayoría de la doctrina. El presidente del Constitucional y los que han colaborado en esta ignominia merecen la más dura y persistente de las reprobaciones. Nada podrá blanquear las mentiras que han utilizado para avalarla. No es más que una norma arbitraria e inconstitucional, así como uno de los mayores actos de corrupción política de nuestra historia. Es mentira que sea fundamental para la unidad de España o que haya resuelto el problema independentista. No es más que la consagración de la impunidad a cambio de mantenerse en el poder. Conde-Pumpido se debería sentir avergonzado por haber antepuesto su deseo de complacer al sanchismo a la defensa de la Constitución, el Estado de Derecho y la separación de poderes. Por cierto, los independentistas consideran que no resuelve el conflicto político. En medio de los escándalos de corrupción del sanchismo, Conde-Pumpido se convierte en el sanchista más leal.
Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
✕
Accede a tu cuenta para comentar