Opinión

5 de agosto, y «el convoy de la victoria»

Hoy es una fecha Mariana destacada en el calendario litúrgico, conmemorando a Nuestra Señora de las Nieves por la dedicación de la Basílica romana de Santa María la Mayor en el siglo V

Hoy 5 de agosto, es una fecha Mariana destacada en el calendario litúrgico, conmemorando a Nuestra Señora de las Nieves por la dedicación de la Basílica romana de Santa María la Mayor en el siglo V. Pero (curiosamente) también se la conmemora como Santa María de África, la patrona de Ceuta desde el siglo XV. Asimismo, también está presente esa fecha en el calendario de la Historia de España, destacando sobre otros diversos de ese día el denominado por el franquismo como el del «Convoy de la Victoria». La coincidencia que une a ambas conmemoraciones es precisamente lo que induce a la reflexión. Es conocido que el comienzo de la guerra civil española de 1936 –Alzamiento Nacional para unos y golpe de Estado para otros– se produjo el 18 de julio, pero en el Protectorado español del Norte de África comenzó el día anterior. Al estar el control del Estrecho de Gibraltar en manos del gobierno de la República por medio de la Armada y la aviación, mayoritariamente bajo su mando, el importante ejército de África, a las órdenes de Franco, no había podido desembarcar en la península, lo que limitaba en gran medida el avance del «ejército nacional». Transcurrían los días y el fracaso del levantamiento se consideraba una realidad inminente por parte del gobierno, prácticamente de vacaciones. En Andalucía, el general Queipo de Llano, estaba llegando al límite de sus posibilidades con la fuerza disponible, haciendo llamamientos de la urgente necesidad de envío de refuerzos. En esas circunstancias y según recogen las crónicas, el 5 de agosto tras salir esa mañana de oír misa en el Santuario de la Patrona de Ceuta, Franco pareció muy seguro de que por fin iba a poderse realizar el traslado de una fuerza de legionarios y regulares a Algeciras, actuando cono «cabeza de puente» para un auténtico desembarco posterior. Desde el Monte Hacho, mirador privilegiado desde Ceuta de la ruta que la escasa flota disponible debía recorrer para intentar trasladar a los aproximadamente 1700-1800 hombres a Algeciras, siguió atentamente Franco la operación, acompañado de colaboradores suyos. El desembarco, pese a todas las dificultades, culminó con éxito esa tarde, lo que fue una operación militar determinante de la evolución de la Guerra Civil y que motivará que en la historiografía franquista sea conocida como la fecha del «convoy de la victoria». Si en los designios de la Providencia no hay «meras» coincidencias, no debe sorprender que se considerara aquel hecho como un favor del Cielo obtenido por medio de Santa María de África, la patrona de Ceuta. Y precisamente en el día de su fiesta.