El trípode

«Amnistía» viene de «amnesia» (del procés)

La amnistía que exige Puigdemont significa que estuvo bien todo lo que hicieron los separatistas catalanes

El señor Sánchez está sometiendo a España a un proceso de «deconstrucción» para satisfacer su mera ambición personal, lo que es una indignidad incalificable, que parece mentira sea realidad. Habría que averiguar la relación entre este proceso y la fundación «Open Society», que apoya políticas para diluir los estados eliminando fronteras, con la que Sánchez mantiene una muy estrecha relación renovada hace unas semanas, como lo atestigua un tweet suyo muy significativo al respecto. Históricamente, de producirse de manera hipotética una conducta de estas características, llevaría al felón responsable a ser juzgado por el delito de «traición a la Patria»; delito, por cierto, tipificado en la «Ley Fundamental de Bonn», la Constitución alemana. El Código Penal español, por su parte, en su Título XXIII tipifica en el artículo 581 y siguientes, los «delitos de traición contra la paz o la independencia del Estado y relativos a la Defensa Nacional» vinculado a hechos de guerra, no considerando siquiera la posibilidad de una conducta como la que Sánchez está realizando. Eso no significa que su conducta política sea legal, sino que resulta inimaginable que se produzca en un país como España. La amnistía que exige Puigdemont significa que estuvo bien todo lo que hicieron los separatistas catalanes: leyes de «desconexión» del orden constitucional español; un presunto referéndum prohibido por el Tribunal Supremo para declarar la independencia; efectuar ésta a continuación mediante una Declaración Unilateral de Independencia (DUI)… etc., y admitir que el Estado español les reprimió ilegalmente. Todo este despropósito para que el señor Sánchez siga en La Moncloa al frente de un Gobierno «progresista»; tan progresista como los señores Otegi y Puigdemont, o los del PNV que reivindican la vuelta al siglo XIX, incluida Galeuzca (Galicia, Euzkadi y Cataluña), con un régimen político diferenciado (privilegiado) para ellos respecto del resto de españoles. Y esto considerando solo el ámbito político, por cuanto en el ético y moral esa conducta no precisa de más comentarios. Como es lógico, ante esta deriva del PSOE, ya se están manifestando históricos socialistas con declaraciones claramente opuestas a someterse a Puigdemont aprobando una ley de amnistía como exige a cambio de darle sus votos. Hubo un PSOE, el del Comité Federal que cesó a Sánchez el 1º de octubre de 2016 para impedir que hiciera todo este «Frankenstein», y luego está el actual, el PS o Partido Sanchista.

Una sociedad donde la verdad no existe está sumida en las tinieblas de la falsedad, que tiene un amo llamado «Príncipe de la mentira». Precisamente esa denominación se la dio quien se definió a sí mismo como «el camino, la Verdad y la vida».