El ataque a Sony, ¿sólo mala suerte?

El reciente ataque a los servidores de Sony no es sino una muestra de lo que veremos en los años venideros. Como nos decía no hace mucho Luis Corrons, director técnico dePandaLabs, el laboratorio de investigación de malware de Panda Security, "La tecnologia está cada vez más metida en nuestros domicilios y empezaremos a tener nuevos problemas por ello. No será un futuro muy lejano en el que lograrán infectar a nuestro frigorífico inteligente y que comencemos a ver noticias de que a una familia le han llegado facturas por miles de euros debido a que su nevera no detectaba los yogures y comenzaba a hacer pedidos a su tienda habitual". Esto que nos parece ciencia ficción, será bastante habitual. No sólo nuestros ordenadores y consolas están conectados a internet. También electrodomésticos como equipos de música, televisores o los mencionados frigoríficos; los móviles que todos llevamos en nuestros bolsillos o automóviles de gama alta. A medida que estemos más conectados a las redes, mayores serán las posibilidades que tendremos de infectarnos. Y eso es lo que le ha sucedido a PlayStation 3.

El pasado 20 de abril unos hackers lograron acceder a los datos personales de sus casi 80 millones de usuarios del servicio online de su red PlayStation Network (PSN). Lo peor es que muchos de estos usuarios habían facilitado sus datos bancarios para realizar compras online. A raíz de esta acción Sony solicitó a 330.000 españoles que vigilen sus cuentas bancarias por temor de que los piratas informáticos pudiesen acceder al dinero de sus tarjetas de crédito.

Es muy fácil criticar ahora a Sony por el ataque sufrido (que también lo tuvo su más directo competidor pero que este supo rechazarlo mejor). Pero lo cierto es que si de algo se le puede achacar a Sony, quizás no sea el que los hacker accedieran a sus servidores (como decía aquél, 'torres más altas han caído') sino a la sensación de opacidad que ha reinado en todo momento. Una sensación que no mengua cuando día sí, día también, nos llegan noticias de que, mientras frenan unos ataques, nuevos accesos no autorizados son detectados. Estamos en mayo, y PSN sigue indicando que se encuentra realizando tareas de mantenimiento.

Una cosa está clara, a día de hoy, seguimos sin saber cuándo y en qué condiciones se restaurará el servicio a los millones de jugadores que han quedado colgados y que, en estos momentos, no son pocos los afectados que se están planteando pasarse al Live de Xbox 360. Y esto, podría ser lo peor que le podría pasar a la compañía japonesa.