Julio Merino

1874

Tras el fracaso de la monarquía democrática de Amadeo de Saboya y el desastre que fue la I República, España se hundió en el abismo. Con la mala situación económica y, sobre todo, la marejada independentista, la situación se hizo insostenible. No sorprendió que el general Martínez Campos se sublevara en Sagunto y proclamara a Alfonso, el hijo de la destronada Isabel II, como Rey de España con el nombre de Alfonso XII. El 30 de diciembre de 1874, don Antonio Cánovas del Castillo formó un Ministerio-Regencia que se mantuvo en el poder hasta la llegada del nuevo rey. Cánovas sería, junto con Sagasta, el artífice de la Restauración y el padre de la Constitución de 1876.