Restringido

Ande la tarea, que hay que trabajar

La pasada semana les contaba cómo la Ópera de Roma decidió despedir a coro y orquesta ante las presiones inaceptables de los sindicatos. Las óperas de Berlín han emitido un comunicado conjunto advirtiendo que esa medida podría extenderse a otros países. En España aún no se ha llegado a tanto. El Coro de la Zarzuela ha convocado huelgas y algunos recordarán el absurdo al que se llegó hace años en el Teatro Real en unas «Bodas de Fígaro». El maestro García Navarro luchó por tener un coro estable en el teatro. Se encargó su formación a la orquesta titular, y su primera actuación tenía lugar en aquellas «Bodas», en las que pidieron una remuneración compensatoria por tener que medio bailar la danza. Ellos estaban para cantar, no para moverse. Se quiere ordeñar la vaca hasta matarla.

El Coro Nacional prosigue su huelga... menos cuando hay una retransmisión y cobran por ello un extra. Es lo que sucedió en el reciente «Carmina Burana» en el Monumental junto al coro de la RTVE, o lo que pensaban iba a suceder el domingo 5 de octubre con «La vida breve», aunque después la retransmisión fue cancelada. Se convoca huelga en la temporada que quizá más actuaciones tienen, justo lo que deseaban. Puede tener lógica su petición para suplementos si hay grabaciones porque la orquesta ya cuenta con ellos. Los contratos de cupo para cantantes sin plaza fija por temporada son cuestión más discutible. Al haber reducido Hacienda su dotación económica, parece más solidario que se mantenga el número de músicos a cambio de que todos cobren un par de meses menos. El Coro Nacional, que no cuenta con programación de junio a octubre, tiene actualmente 68 músicos en plantilla, menos de los que un día fueron pero dentro de lo usual. Hungría cuenta con el más numerosos, casi un centenar y, por ejemplo, Radio France menos de 90. El Inaem está dispuesto a recuperar hasta casi el centenar, por lo que es improcedente la solicitud del sindicato del coro de superar esa cifra, lo que puede considerarse como pura presión política ante las elecciones. ¿Cuántas horas trabajan? ¿Cómo es posible que en muchas ocasiones acudan al primer ensayo sin haberse aprendido su parte con la excusa de que no lo exige el reglamento? ¿Cuándo la mayoría de sus miembros va a dejar de doblegarse ante las presiones de la minoría? Se impone la sensatez, porque además esta huelga no beneficia a la orquesta, en un momento dorado. Como reza la ópera de Falla «Ande la tarea, que hay que trabajar».