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Aprendan los políticos de los empresarios

La Razón
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L19 Empresarios

Hay quien se juega el dinero en la Bolsa y hay quien lo expone en una empresa, y hay quien nace, crece, trabaja y se muere sin apenas calentar con algún dinero la cartera.

–Sin dinero, no se vive, se malvive. Más bien se malvive. Qué hermoso pecado es el pecado del dinero.

–Dios, sin embargo, a veces ayuda mucho a los autodidactas. Eso es verdad. Paco Umbral presumía de autodidacta:

–Cuanto soy –decía– me lo debo a mí.

España es fértil en autodidactas. Lo da el país. Amancio Ortega, también netamente autodidacta, es un empresario de enjundia universal y la primera fortuna de España. Generoso además.

–Hay, sin embargo, quien no se lo agradece.

–Culpa del chumbo higo de la envidia, fruto igualmente muy hispano.

Quiero felicitar hoy aquí a Juan Roig. Este señor, que, partiendo casi de cero, ha creado el imperio Mercadona, ha conseguido que el Valencia de baloncesto gane la Liga ACB.

–Derrotando brillantemente al Real Madrid, además.

Bueno, sí.

«Fabrica» Juan Roig dinero y lo invierte en el deporte. Si la política es una vocación de servicio a los demás (¿?), el deporte es la vocación de ofrecer alegría/ocio a los demás a cambio de nada, sin urnas. Leo que el baloncesto le cuesta un porrón de millones al año. Tiene, por cierto, esta fecunda y hermosa idea del dinero:

–Sirve para crear puestos de trabajo y puestos de ocio.

M20 Universal

Florentino Pérez lo hace de cine y de Champions. Con él, el Real Madrid gana títulos. Con él, la marca Real Madrid españoliza el mundo. Dice Florentino Pérez, y dice bien, que «el Real Madrid unido es prácticamente indestructible». La unidad, en efecto, es una de las leyes supremas del universo. De Gaulle quería –y lo consiguió- una Francia unida, como el Real Madrid. Ni plural ni asimétrica, esa desintegradora chorrada del «apóstol» Pedro Sánchez (que el dios de la política, por cierto, si existe, nos libre de él y de sus tercos fracasos). Dice Florentino Pérez, y lo dice con sana y noble ambición, que su gran reto es tratar de conseguir que también en el siglo XXI el Real Madrid, por segundo siglo consecutivo, sea mejor club de fútbol del mundo. ¿Por qué no aprenden los políticos inanes de los grandes empresarios?

X21 Valía

El pitote nuestro de cada día: la valía de Cristiano Ronaldo. ¿Vale lo que él cree que vale?

Vale lo que quieran pagar por él, ni más ni menos. Tiene 32 años, y «después de los 30 años, ningún futbolista, por eximio que sea, vale un contrato largo». Mourinho, si es verdad que ha dicho lo que se publica que ha dicho, no lo quiere para su Manchester. Lo considera «viejo».

Florentino Pérez, por su parte, no ha recibido todavía oferta alguna por CR7. Lo acaba de difundir a todos los vientos. Conclusión: ¿hay pelea de leones alfa entre los clubes alfas (ricos) por CR7? No lo sé. Algo leo al respecto.

–Lo que quiere CR7 es que le mejoren el contrato –murmuran Mourinho y otros–. Cuando lo de «estoy triste», lo consiguió. ¿Repite «jugada» con su hartazgo de España, de los pitos y del Real Madrid para jugada de mejora?

–Yo creo –me dice mi fiable informador de siempre– que FP, que es mucho más listo que Mourinho y CR7, hará lo mejor para él y para el Real Madrid «en su momento». No antes. A FP no le gusta que le «engañen». Y CR7, en efecto, tiene 32 años.

Continuará la cosa del pitote.

V23 Mujeres

Soy mujerista. A rabiar. La mujer, hoy, en el siglo XXI, ha dejado de ser «el descanso del guerrero». La mujer hoy, desde que descubrió que es más divertido trabajar que cocinar y hacer camas, compite eficazmente «contra» el hombre en el mercado laboral, y cada día lo supera un poco más (vean los rótulos de los programas de TVE). La mujer ha dejado de ser lo que Aristóteles decía de ella.

–¿Qué decía?

–Que era un hombre mal hecho. Está tan bien hecha ya la mujer que incluso en el deporte, como en la ciencia, avanza que es una barbaridad. Dudo que no consigan alguna medalla –otra, claro es– en el Eurobasket de Praga. ¡Qué guerreras, qué placer verlas!

Pensaba Jardiel Poncela que la mujer adora al hombre igual que el hombre adora a Dios: pidiéndole algo todos los días. Ya no piden, dan, ahora dan.