Alfonso Ussía

Aritmética

La Razón
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La aritmética es la hermana menor de las matemáticas. La suma, la resta, la división y las raíces cuadradas. Cuando Pablo Iglesias asegura que «impedirán de cualquier manera que gobierne el Partido Popular» está suspendiendo en aritmética. Con la cantidad de profesores que tiene a su cargo, según dicen. El PSOE ya le ha dicho que no va a pactar con «Podemos». Pedro Sánchez está deseando, pero los viejos y jóvenes barones le han advertido que no apoyan sus ambiciones. Y la gran estadista del PSOE, la única que antepone España a los intereses partidistas, Susana Díaz, no parece dispuesta a colaborar en el vano intento de Sánchez, que también suspende en aritmética. La pregunta del examen a Iglesias y su correspondiente respuesta son las siguientes:

–Señor Iglesias, medite bien lo que va a responder porque se está jugando el aprobado. ¿Sesenta y nueve escaños son más o menos que ciento veintitrés?–; –son más–. De acuerdo señor Iglesias, suspendido en aritmética y un sobresaliente en necedad democrática–.

Conocí, de joven, a un empresario impetuoso y con sobrados méritos. Pasó de vender melones en la carretera a pagar la nómina de doscientos empleados en una fábrica de elementos de acero inoxidable. Cumplió con su gente y sus objetivos, y al cabo de pocos años amasó una legal y cuantiosa fortuna. Sucedió que una partida de elementos de acero inoxidable se oxidó bastante, y la marca perdió prestigio y fuelle. Acudió a su Banco y consiguió una cita con el máximo accionista de la entidad bancaria. Tan máximo accionista que era el propietario. No estuvo el banquero excesivamente receptivo, y el empresario de los aceros inoxidables que se oxidaban habitualmente golpeó la mesa, se incorporó y le soltó al banquero lo que sigue: –Me llevo inmediatamente mis cuentas de su Banco. Y le advierto de que por las malas soy un mal enemigo. Buenos días–. Abandonó el despacho y Don Juan March, sin padecer ningún tipo de sobresalto o angustia, siguió trabajando. El empresario airado suspendió en aritmética.

El profesor Iglesias necesita una reordenación intelectual en los espacios de los números. Sesenta y nueve son muchos escaños, pero no los suficientes para bloquear a quien presenta ciento veintitrés, que son más, si bien bastante menos que los ciento ochenta y seis que tenía desde cuatro años atrás. Lógicamente, en un sistema democrático respetable –no bolivariano–, cuenta con más apoyos para formar Gobierno el de los 123 que el de los 69, que por otra parte es un número muy apropiado para los de «Podemos», que siempre están con sus chicos y con sus chicas, lo cual resulta vegetal, mineral y admirable. De números y porcentajes –catorce años de experiencia en el lo más alto del gobierno de España merecen una atención–, el que sabe bastante es Felipe González, que ha dicho algo realmente demoledor:

«El 99% de los votantes de “Podemos” no tienen ni idea de lo que ha pasado y pasa en Venezuela». Y mucho me temo que en este caso, el señor González no suspende en aritmética.

Con todos los errores de Rajoy, que han sido muchos, hay que reconocer que su política nos ha librado de ser Grecia. Y que por desgracia, los tiempos de recortes y exigencias de la Unión Europea no han finalizado. Los de «Podemos» pueden –sí, podemos, sí se puede–, vaciarnos los supermercados en menos de un trimestre. Porque les falla la aritmética. Ignoran que si la suma de dos más tres da como resultado cinco, no se puede gastar siete, porque en tal caso el resultado sería menos dos, y ahí hay que empezar a restar.

Y esta gente, cuando resta se entusiasma hasta alcanzar la quiebra del sistema económico. Pero eso ya son matemáticas, y en las matemáticas yo soy como los de «Podemos». Gasto sin ton ni son y ni puta idea de salir del pasmo.