Ataque basura

La guerra sucia ha llegado al PSOE. Nadie asume directamente la responsabilidad del ataque basura que ha recibido Pedro Sánchez pero todas las miradas se dirigen al cuartel de Madina por mucho que se le intente colgar el muerto a Pérez Tapias. Acusar a un candidato del desastre de Caja Madrid porque era miembro de la Asamblea por ser concejal sólo indica desesperación y, sobre todo, mezquindad. Nadie asume el desaguisado pero no pasa desapercibido el alegato de Madina en el debate del pasado lunes sobre las cajas de ahorro. Sobre las puertas giratorias y sobre la educación privada no se le oyó palabra al candidato Madina. Dicen que por algo será. Madina no ha tenido un discurso positivo en esta campaña. Al contrario. Se ha enfrentado a Susana Díaz, ha cuestionado el proceso de avales, ha arremetido contra el aparato y ha puesto en entredicho al PSC.

Para colmo, ha presentado a los militantes socialistas como títeres en manos de los barones incapaces de tomar decisiones por sí mismos. Demasiados frentes abiertos y pies de barro. A estas alturas el candidato Madina tiene poco de renovador y menos de adalid del cambio. Sabe que su poca credibilidad le va a llevar a la derrota, pero no es de recibo para un PSOE en horas bajas que muera matando. Toda una señal de que el pescado ya está todo vendido en «Can PSOE» y no está en manos del diputado vasco. La insidia contra Pedro Sánchez lo ha hecho más secretario general.