PSOE
Ataques preventivos
Cuando el Sr. George Bush inventó el concepto de «ataque preventivo» decidió que mimetizar el comportamiento del rinoceronte blanco es lo que se debe hacer en caso de duda. Este animal primero ataca y después comprueba si el objeto de su agresión representa un peligro real o no.
Parece ser que los enemigos de la Sra. Susana Díaz han decidido sumarse a la táctica de este mamífero africano. Sólo de esta forma se explica la campaña que se ha puesto en marcha contra la presidenta de la Junta de Andalucía.
Ante la seguridad de que dará el paso para dirigir el PSOE, primero se la desgasta a ver si cuando llegue el momento cambia la suerte.
En realidad, la estrategia del Sr. Pedro Sánchez es doble. De una parte, intenta proyectar que tiene posibilidades de victoria interna y, de otra, alimenta la erosión de quién pretende que sea su principal adversario.
No es algo nuevo, ya se puso en práctica algo parecido cuando muchos llegaron a pensar que el Sr. Pedro Sánchez tenía posibilidades reales de llegar a ser presidente del Gobierno. Esa idea fue proyectada por su equipo más cercano a partir de un proceso inflacionista de sus propias expectativas. En aquella ocasión le fue útil para protegerse desde dentro de una burbuja del inevitable desastre que le venía encima.
Cualquiera que conozca internamente la organización socialista sabe que las probabilidades de la candidatura del Sr. Sánchez son muy escasas. Sin embargo, la única manera que tiene de sobrevivir en política es que algunos medios de comunicación piensen que no está tan claro.
Los tiempos no han acompañado al Sr. Sánchez. Tuvo que adelantar la presentación de su candidatura porque el Sr. Patxi López se llevó consigo a los cuadros más representativos que le habían apoyado hasta ese momento.
Su situación es, por tanto, la menos adecuada: sometido al desgaste de una candidatura y lanzando golpes al aire como un boxeador que no encuentra su lugar en el ring.
Es ahí donde lanza sin desánimo dos mensajes: que el Sr. López le traicionó y no merece que le apoye nadie de los que han sido sus seguidores y, emprender una dura ofensiva contra la Sra. Díaz, de manera preventiva.
En estas condiciones han sido algunas voces, unas de buena fe y otras no con tanta bondad, las que se han inquietado por el hecho de que la mujer más poderosa del PSOE no ha afrontado oficialmente su candidatura.
Sin embargo, cualquier lector de periódico perspicaz puede hacerse una idea de cuál sería el nivel de desgaste al que estaría sometida la presidenta andaluza si hubiese hecho lo que sus adversarios desean.
El PSOE se juega mucho más que la elección de un líder en los próximos meses. Por ello es importante no sólo la decisión que tome, sino cómo se tome. Hay quienes prefieren que el partido se hunda si no son los protagonistas, pero olvidan que el Partido Socialista es capaz de sobrevivirles incluso a ellos. Por eso, lo más decente es dejar de llevar el debate a un lodazal y demostrar que detrás de la ambición, hay ideas inteligentes.
De la archiconocida frase de Napoleón Bonaparte podemos extraer su contraria por exclusión, es decir, «cuando tu enemigo acierta, distráelo». La presidenta de la Junta de Andalucía acierta porque no se ha despistado, a pesar de los intentos.
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