Cataluña

Batacazo

La Razón
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«¡Qué hostia! ¡Qué hostia!» Decía Rita Barberá ...en su derrota después de 20 años de absolutas. El Partido Popular en Cataluña nunca ha catado el poder bastaba con gestionar la conllevanza o no molestar al socio Pujol. Llegaba a estas elecciones con el discurso y el candidato de las pasadas y el «voto útil» ha dado la vuelta al garrote. Albiol dijo que quedar el último sería un descrédito. Asumir el discurso es lo que se puede pedir a un candidato. Con estos tristes mimbres ,en este escenario de participación disparada, el Partido Popular catalan está en estado de urgencia.

Retorcer los colgajos de la Ley D’hont es como buscar explicaciones en los posos del café. Si tarda tiempo en hacer un torniquete la gangrena tendrá mala cura nacional. Al trombo hay que sumar la sobredosis de dardos que disparan los mofletudos de las cerbatanas hechas con periódicos enrollados y venenos mortales. La preocupación del Rajoy presidente del Gobierno tendrá que ser la convivencia y gestión con los nuevos inquilinos del Palau. El momento en el que dejar en estado de letargo al 155. Para eso tendrá tiempo. Pero en Génova se han encendido las luces rojas y suena la bocina por ataque. El triunfo de Ciudadanos en el epicentro de la rebelión va a generar un efecto centrífugo. Primero en forma de andanadas orales y escritas y después llegará la política.

Ha quedado completamente liquidado el monopolio del centro-derecha y el discurso catalán como argumento para toda España. Los habituales quieren la cabeza del director para que no complete la trilogía pero la responsabilidad es de la responsable de casting que se equivocó de película. Mandó a la guerra a un blanco fácil. La próxima cita, si no cogemos vicios con las repeticiones, serán municipales y autonómicas sobre arenas movedizas. Antes, con el tiempo suficiente, hay que hacer un plan de rodaje completo.