Francisco Marhuenda
Cambiar el Gobierno
No estamos ante un escenario novedoso sino que se repite lo sucedido en 2008. El objetivo es acabar con Rajoy e impedir que se presente a las próximas elecciones generales porque puede ganar con una mayoría suficiente. El presidente del Gobierno suscita la antipatía y el rechazo de aquellos que aplaudieron con fervor a Rosa Díez y UPyD y ahora a Rivera y Ciudadanos, porque quieren emitir el certificado de defunción del PP. Rosa Díez suscitaba una enorme simpatía porque era la regeneración, aunque era un fiel «soldado» del viejo PSOE hasta que fue derrotada en su carrera a la secretaría general. Ahora les resulta antipática y la novedad es Albert Rivera porque es joven, moderno y progre de derechas. La realidad es que han estado más de tres años aplaudiendo las ocurrencias de la izquierda contra Rajoy. La hostilidad expresa y continuada junto a la corrupción y las fuertes medidas reformistas y los recortes han provocado un importante desgaste que se ha traducido en la pérdida de dos millones y medio de votos. En cambio, Podemos ha sido contemplado con manifiesta simpatía y no se les puede llamar comunistas, aunque todos sus dirigentes provienen de ese mundo. El PSOE sufre un batacazo electoral, el peor resultado de su historia, y parece que sea el gran triunfador. A nadie le escandaliza que se puedan formar gobiernos gestionados por un partido que en algunas comunidades se ha quedado por debajo del veinte por ciento del voto. Todo vale con tal de desalojar al PP del poder. Es la anomalía española. Los dirigentes del PSOE están dispuestos a todo con tal de conseguir el poder. No importa ni la ética ni la coherencia. El PSOE ha quedado laminado en Cataluña tras mantener posiciones de este tipo. En muchas capitales ha bajado por debajo de la tercera fuerza. ¿Qué sucederá cuando quede sometido a las veleidades y vaivenes de Podemos? No hay que olvidar que el objetivo prioritario de Pablo Iglesias es sustituir al PSOE en el liderazgo de la izquierda. Pedro Sánchez ha optado por posiciones tactistas porque espera así llegar a La Moncloa. Es un escenario tan inquietante como posible. Esto explica que esté dispuesto a cualquier sacrificio con tal de formar un frente anti PP con Podemos y Ciudadanos. Albert Rivera también quiere acabar con los populares porque pretende ocupar su espacio. La pregunta es saber si lo quiere hacer, también, a cualquier precio. Rajoy tiene que tomar la iniciativa y recuperar la confianza de unos votantes que esperan gestos. No su sustitución como pretenden algunos para lograr que gobierne la izquierda. Creo que debería hacer una remodelación del gobierno para ofrecer una imagen de renovación. No importa que se sienta cómodo con él, porque se ha instalado en la opinión pública la idea de que son necesarios cambios. ¿Qué es hacer política? Es muy sencillo. Se trata de recuperar la confianza mostrando un presidente y un equipo que quiere ganar. Hay que recuperar el voto de los funcionarios y anunciar medidas que configuren un proyecto de gobierno ilusionante. No basta con hacerlo bien, sino que se trata de seducir a su electorado. Hay que salir de los ministerios para hacer política, política y política. No basta con ser una persona sería, honrada y eficaz, porque el centro derecha quiere que el mejor Rajoy salga al ruedo. Un mensaje de regeneración y renovación que no sea sólo economía.
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