Martín Prieto

Comunismo camaleónico

Definí a José María Ruiz Mateos como gángster y, a sus instancias, nuestra asténica Justicia me tuvo ocho años en libertad provisional con fianza para acabar absolviéndome. Los que compraron bonos de Nueva Rumasa estaban avisados. En 1989 este tratante de mulas ciegas optó con un yerno a las elecciones europeas, sin campaña, logrando dos escaños y la mitad de votos que luego obtendría Podemos, publicitado «ad nauseam» por dos televisoras. El señor Iglesias y sus mosqueteros tienen ese precedente edificante porque en las europeas los españoles votamos poco y revirado. Erich Honecker, presidente de la República Democrática Alemana, tuvo que huir a la URSS para acabar muriendo en Chile, perseguido por una Alemania unificada que prohibió los partidos nazi y comunista. Tras la caída del Muro, el derrumbe de la URSS y el ébola que infectó a los todopoderosos comunismos francés e italiano, el marxismo-leninismo continuó nimbándose de cierta aura de respetabilidad intelectual. Stalin, Mao Tse Tung o Pol Pot fueron los mayores asesinos en masa de la Historia, pero la irracionalidad de Hitler y la Soah monopolizan la barbarie y cubren con un piadoso velo los genocidios bajo sistema comunista. Vergonzantemente mutan la etiqueta y hoy nos hipnotiza el socialismo del siglo XXI, importado de Suramérica. Podemos levantó su estructura televisiva, sin cimientos, y estos días levanta sus paredes sin colocar los andamios. Son comunistas pero con la pretensión internacionalista de Trotsky, y ya se sabe que juntándose dos trotskistas nace una escisión. Estos caballeros que se coronan de una superioridad moral sobre los demás ya se navajean por la Nomenklatura. Iglesias quiere ser César o nada, y si da un paso atrás será para tomar impulso. Su oposición requiere un triunvirato, como en el Senado romano, y un porcentaje del politburó por lotería entre las bases. De la dictadura del proletariado a la de los PNN. Algo estaremos haciendo muy mal para que nos encandile el comunismo paleolítico de la novia de Pablo Iglesias.