Ely del Valle

Demagogia andaluza

Demagogia andaluza
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Expropiar viviendas a bancos e inmobiliarias. Ésa es la idea. Lo que no dice la Junta de Andalucía es de dónde va a salir el dinero para hacerlo, porque las expropiaciones, por si alguno no lo sabe, se pagan. Suponemos que del bolsillo de los andaluces que, a la postre, es del de todos. La deuda pública andaluza era de 15.500 millones de euros en el segundo trimestre de 2012, cifra nada alentadora cuando se trata de hacer propuestas que les van a costar un pastizal a los que alegremente la vitorean y que irá a parar a las arcas de los mismos bancos e inmobiliarias a las que demonizan, que a lo mejor hasta están encantados de quitarse de encima los inmuebles que ni les pagan ni van a poder vender a corto plazo.

Hay, sin embargo, algo más inquietante en esta pirueta demagógica que pretenden brindar Griñán y su consejera de Vivienda que, recuerdo, es la misma que hasta anteayer cobraba dietas como consejera de la intervenida Caja Sur: no dar uso a un inmueble o arrendarlo sin cumplir las condiciones de seguridad establecidas se penalizará hasta con 9.000 euros que irán a parar a la partida de ayudas sociales de la Junta.

Teniendo en cuenta lo proclives que son por esos lares a esos nidos de víboras que son los fondos de reptiles, más vale que alguien controle quién se va a beneficiar de ese dinero, no sea que acabe en la libreta de ahorro de un Juan Lanzas cualquiera. Sea como fuere, hay un detallito que habría que tener en cuenta: una ley autonómica no puede prevalecer por encima de otra de rango superior. En cuanto se apruebe la ley estatal que regule el asunto de los desahucios, la propuesta andaluza se desvanecerá en el aire cual dinero de los ERE. Y a otra cosa, mariposa.