Julián García Candau

Derrota con regalo

La anécdota, la vulneración de la norma, la alineación de Reina cuando España ya había hecho los cambios pactados, servirá para difuminar el deficiente juego de la Selección. La excursión por África ha dejado malos síntomas. España perdió donde se proclamó campeona mundial. Y lo peor fue la mediocridad con que se empleó.

A la Selección no le van los amistosos. Primera coartada. Los adversarios se juegan la vida por derrotarla, ya que es campeona del mundo. Segunda excusa. Los internacionales no le echan todo el entusiasmo posible a esta clase de encuentros. Es posible que sea cierto. Pierden el estilo, carecen de superioridad en la posesión del balón y crean muy pocas ocasiones de gol. Verdad incontestable. La presión de los adversarios impide la circulación de la pelota con fluidez y todo ello se traduce en un juego desilusionante, impropio de quien puede presumir de títulos.

La primera parte fue para olvidar. El primer remate llegó a los 28 minutos y el segundo a los 40. Llorente conectó con la cabeza y Xabi Alonso tiró a gol en libre directo. Nada y menos. Suráfrica, con rapidez, llegó con peligro al área de Casillas en varias ocasiones. Albiol solventó eficazmente los mayores compromisos. Casillas no recibió ningún gol porque en el momento clave los anfitriones carecieron del tino suficiente. Al fin, Parker consiguió el tanto del triunfo y durante toda la segunda mitad cada contragolpe fue un susto. Reina salvó dos goles. Nos regalaron el undécimo jugador y un portero experimentado.

Posdata. Ya se nota la influencia del Papa Francisco. El San Lorenzo es líder en Argentina.