Fernando Vilches

Diez deseos para Navidad

Como todavía los políticos no han gravado con un impuesto los deseos de los ciudadanos, la columna de este lunes, antevíspera de Navidad, la voy a dedicar a buenos deseos. Primero, que el Gobierno baje el IVA a las actividades culturales, para que muchos más españoles puedan disfrutar del buen teatro y del buen cine y, así, que la cultura mejore la vida espiritual de todos. Segundo, que el Niño Dios traiga trabajo para muchos en 2014 y que los cristianos no nos avergoncemos de nuestra fe. Tercero, que la sociedad española se libere de políticos y sindicalistas corruptos y que todo aquel que se haya enriquecido ilícitamente, y a costa del esfuerzo y las carencias de los españoles, devuelva hasta el último céntimo. Cuarto, que se supriman todos y cada uno de los privilegios de que goza la casta política (tarjetas de crédito, taxis, comidas subvencionadas, pensiones que no se equiparan a las del resto de los ciudadanos...) y que con el ahorro producido se aumenten las becas y la aportación a I+D+i. Quinto, que los españoles hagamos algo más a la vez que lo de la Puerta del Sol; por ejemplo, sentirnos orgullosos de nuestro país. Sexto, que nos parezcamos a Alemania y los dos grandes partidos nacionales se pongan a trabajar juntos por el empleo, la Sanidad, la Educación y la Justicia. Séptimo, que el Colegio Union Chrétienne de Saint Chaumond no cambie nunca y que se prohíba por ley su desaparición y la jubilación de Madame Ayrault. Octavo, que todos los alumnos que en España se encuentran en el último curso de Bachillerato puedan estudiar la carrera que elijan y en la universidad que escojan. Noveno, que no nos olvidemos de la familia y de nuestros amigos, que siguen siendo el mejor tesoro de nuestra existencia. Y décimo, que se cumplan, queridos lectores, sus mejores y más íntimos deseos y que lo podamos contar en el diario LA RAZÓN, al que Dios guarde muchos años.