Ely del Valle

El año del ombligo

La Razón
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Si 2016 fue el año de la incertidumbre sobre la gobernabilidad de España, 2017 ya es el de la mirada sobre el propio ombligo político; el año en el que todos y cada uno de los partidos afrontan sus respectivos Congresos sujetos por unos mimbres que en unos casos sólo cimbrean sobre cuestiones tan ajenas a las necesidades ciudadanas como si una ministra de Defensa debe o no seguir siendo la secretaria general de su partido, pero que otros amenazan con quebrar la columna vertebral de la ideología que es, al fin de cuentas, la que sujeta a toda formación política.

Si el Congreso del PP es el que menos curiosidad despierta, y el de Podemos el que más bronca está generando, el del PSOE es el que más expectación provoca porque hay personajes que no están pero se les espera, protagonistas en potencia que pueden quedar como figurantes, tapados de los que nadie sospecha pero que pueden tener papel con frase y un ex del que no se sabe si saldrá a escena, se quedará entre bambalinas, o terminará por hacer mutis por el foro.

De momento, hay un único actor en escena, Patxi López, interpretando un monólogo un tanto deshilachado y con cierto sabor a plagio, que anda, como los personajes de Pirandello, en busca no de autor, porque en este caso es conocido, sino de oponentes. Es posible que haya salido a la palestra antes de tiempo y que el resto de gladiadores no estén más que esperando su desgaste. Sea como fuere entre Patxi «el Precipitado», Susana «La ausente», Pedro «El indeciso» y algún otro que se anime, el espectáculo esta garantizado. Mientras tanto siempre nos quedarán las peleas bajo los focos de Pablo, Íñigo y Alberto, que no dejan de ser un entretenidísimo entremés.