Miguel Ors
El arcoíris del gol
L1 Edad
Paul Gasol tiene 34 años; Xabi Alonso, 32. ¿Qué edad se tiene? ¿La de la partida de nacimiento, la biológica, la de las ilusiones?
–Yo tengo la edad de mis ilusiones, y cada día tengo más ilusiones.
Me lo dijo Puskas, por citar una leyenda, a los 32 años. A esa edad, hacía goles, fabricaba vicegoles y era punta de lanza admirada en el Real Madrid.
¿Por qué se ha ido Xabi Alonso? ¿Por qué lo ha dejado marchar Florentino Pérez? No se sabe, pues lo que se sabe o «filtra» el Real Madrid FP y leemos, convence poco.
Dice hoy Cristiano Ronaldo que él tiene muy clara su opinión, pero que no siempre puede decir lo que piensa. Pensar y decir, o pensar y no decir, o decir lo que no se piensa.
–Y usted, ¿qué piensa?
–Que el Real Madrid FP, esta vez, ha incurrido en error, lo digo como lo pienso. Xabi Alonso era uno de los ejes del sistema de juego del Real Madrid por talento y personalidad.
M2 Nada
Y Dios hizo el mundo de la nada y de la nada, en España, salieron Santana, Ballesteros y Nieto, entre otros muchos. Y de la nada, también, ha salido Carolina Marín. Contra sorpresa y también para sorpresa de los que no creen en nada, Carolina, en Copenhague, ha conquistado para España otro oro, el oro de un campeonato del mundo.
–¿En qué?
–En bádminton.
Santana popularizó el tenis. Hasta Santana, el tenis, en España, era deporte diletante y de ricos. «Santana –escribió alguien– es el Marx del tenis: lo ha llevado al pueblo». Bueno.
Carolina Marín acaba de conseguir que nos restreguemos de admiración los ojos todos los españoles, sin una sola excepción. Sólo veintiún años. Le espera el oro de los próximos Juegos Olímpicos. Seguro.
Por su parte, el Consejo Superior de Deportes del señor Cardenal ha premiado el oro de Carolina con la medalla de bronce al Mérito Deportivo. ¿Pagar con bronce oro tan insólito y colosal? Pago quizá canijo.
X3 Cabreado
Yo me atrevería a compartir el cabreo de Florentino Pérez. Si la divisa de Simeone es «partido a partido», divisa que ha pegado (hasta Fernando Alonso se la ha copiado: «Carrera a carrera», decía el otro día), la divisa de Florentino es «de partido ganado a partido ganado». Su idolatrado Santiago Bernabéu repetía:
–Yo sólo me cabreo cuando el Real Madrid pierde partidos que lógicamente debe ganar y cuando el árbitro, en la duda, comete la «villanía» de equivocarse contra el Real Madrid. ¡Entonces alto!
Cabrearse, según el doctor japonés Hiromi Shinya, autor de «La Enzima prodigiosa» (recomiendo su lectura), daña los intestinos; y a los intestinos, clave de la salud corporal, no hay que cabrearlos.
J4 Baloncesto
Una sociedad sin ciencia es una sociedad enferma, que se dice, y una sociedad que no siente ni ve ni hace deporte es también una sociedad tarada, que digo yo. Qué gozo ver a los Prometeos de la Selección española de baloncesto. Los arabescos de Ricky Rubio, el inmenso magisterio de Pau Gasol, los triples psicológicos de Navarro o Calderón, qué placer, qué moral, que decencia, qué ilusión. Pienso, no puedo evitarlo: «Si la España de la política funcionase como la España del baloncesto, qué ilusión, qué moral, qué decencia, qué placer, también».
V5 Arcoíris
El gol es el arcoíris del fútbol. Si no hay gol, no hay arcoíris. En la ciudad de la luz, no brillaron los colores del arcoíris. Se sabe: rehacer una selección es tarea ardua siempre. ¿Rima Diego Costa con el sistema de juego de la Selección? ¿Conseguirá Cesc borrar la memoria de Xavi? He aquí algunas equis: ésta, hoy, es la «opaca» situación. El partido con Macedonia, el lunes, aclarará, quizá, cosas. Paciencia. Del Bosque tiene las dos sabidurías: la congénita y la de la experiencia. Creo en él, siempre he creído en él.
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