José Ramón Pin Arboledas
El bono veranea
El ministro De Guindos declaró en el IESE esta semana que la recesión ha acabado. Frente a las previsiones de organismos internacionales, su análisis es que España ha salido del círculo depresivo que se inició en 2008 y alcanzó su cenit en 2012. Para ello se basó, entre otras cosas, en las bajadas de las cifras del paro registrado en los cuatro últimos meses y la expectativa de que la EPA del segundo trimestre, que se conocerá el 25 de este mes, tendrá la misma tendencia. Hay otros indicadores sintéticos, como el índice Fedea de actividad económica que avalan el optimismo del ministro. Pero el indicador más fino es la prima de riesgo de la deuda soberana española a 10 años. El diferencial de interés que se paga por ella en el mercado secundario respecto al de la misma deuda soberana alemana.
Si se compara la prima de riesgo española actual (300 puntos más o menos) con la del verano de 2012, veremos que ha bajado a menos de la mitad. Es decir, que para los inversores extranjeros el Estado español es el doble de fiable que hace un año, o en plan pesimista, la desconfianza bajó a la mitad.
¿Causas? La primera es que el Gobierno, pese a los avatares políticos, tiene un rumbo económico riguroso y prudente. Las reformas se suceden con una cadencia atemperada apoyadas en una mayoría parlamentaria sólida. Además, las negociaciones con la UE y la troika han ido bien; se ha sorteado el rescate puro y duro que hubiera traído una mayor contracción de la economía. Por eso, a pesar de las turbulencias políticas de los últimos días, la prima sólo ha tenido un ligero repunte.
Repunte, por lo demás, propio del estío. ¿Por qué? Porque los inversores también veranean. Entonces la demanda flojea y para vender hay que bajar el precio como en cualquier mercado. En este caso, subir el tipo de interés que es elevar la prima de riesgo. De manera, que no es raro este repunte coyuntural. Se puede decir que la prima de riesgo española también veranea, como una buena parte de sus conciudadanos.
Un último apunte. Si nos fijamos en los repuntes últimos, veremos que aparecen los días anteriores a las emisiones de deuda del Tesoro español que paga más cara la emisión, para luego volver a relajarse. Y es que los inversores internacionales son ¿pillines?
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