Elecciones generales
El dato y el bloque de hielo
Ayer fue el día más frío del invierno, el mismo en que la Universidad de Granada publicó el informe sobre el estado de la opinión pública andaluza. Cuando las temperaturas se desploman al vacío, cuando el invierno se impone con este descaro, lo mejor es buscar con urgencia el remedio más a la mano. Y encontrarlo, claro, aunque no sean necesarios hombres del tiempo ni sabios de Oriente para hallar calor según la preferencia de cada cual. (Como se sabe, el ande yo caliente y ríase la gente es condición natural de la especie.) Las recetas para mitigar el frío son variopintas, llegada la hora del refugio frente a los gélidos números: está quien se acerca al sol que más calienta, los que no se separan de la mesa camilla y hay quienes, por la dichosa ventisca, se llenan de cantos los bolsillos para no remontar el vuelo. Con las condiciones meteorológicas sucede como con las citadas estadísticas dadas a conocer en el informe de la academia granadina. El crudo invierno ha aterrizado de sopetón para el sector del socialismo crítico. Entre los 3.200 consultados, sólo dos andaluces de cada diez preferían tras el 26J un «gobierno de izquierdas», es decir, la expedición al Polo Norte que exploraba Pedro Sánchez (q.e.p.d.). Por el contrario, en esa misma escala, algo más de la mitad de los encuestados eligieron o bien una coalición PP-PSOE-Ciudadanos o una coalición PP-PSOE o la opción del Gobierno en minoría del PP, que fue a la que se avinieron finalmente los diputados. El dato, en las casas de los denominados críticos, se ha colado frío, duro y contundente. Las huestes de Susana Díaz lo utilizarán como argumento en las dialécticas por venir. Se trata del arma inesperada, un bloque de hielo a esos radicales que anteponían su interés a los del común.
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