Miguel Ors

El fútbol con suspense

L6 Providencial

Franco, cuando «¡Franco, Franco, Franco!», era una «figura providencial». La providencia, al parecer, es una de las ramas de la diosa suerte. Se dice que, cuando una puerta se cierra, ella abre otra. Mathieu, el defensa francés del Barça, es también figura providencial. Providencial su gol al Real Madrid, gol de tres puntos, y también providencial su gol de tres puntos en Vigo. El fútbol, salarialmente, devalúa a los defensas y desmesura, salarialmente, el valor de los delanteros. Hay partidos, sin embargo, que los ganan los defensas, como en Vigo. En Vigo, Piqué, de nuevo en forma providencial, evitó tres goles –los conté– de los celestes y la providencial cabeza de Mathieu marcó el único gol del partido. Hay que creer en la Providencia.

M7 El tiempo

Danilo, Djokovic, Carolina. Ellos y ellas, por ser lo que son y haber llegado a donde han llegado, despiertan gozosamente la atención. Quien sabe de esto me asegura que Danilo «dará que hablar abajo», en la defensa, tanto como da que hablar Cristiano Ronaldo arriba, en la delantera madridista; Danilo es otro atleta con talento; ha hecho bien en pisárselo al Barça, pues se lo ha pisado. Reitera Novak Djokovic, tras su éxito en el Masters 1.000 de Miami, que desde que es padre se siente «más responsable y exigente».

Asia, poder emergente. Pues en ese mundo, una española, Carolina Marín, emerge como una bomba atómica en el territorio casi amarillo del bádminton. Tras derrotar en la final del Open de Malasia a la campeona olímpica Li Xueri, ha confesado esto que sonará a algunos a «retrógado por patriótico»: «Estaba muy nerviosa. Pero vi banderas españolas en las gradas, me serené y me crecí». Deliciosa y patriótica Carolina.

X8 Cuatro Ligas

En la Liga BBVA, hay cuatros Ligas. La de los que pugnan por el título, reservada por obvias razones de poder económico al duopolio Barça y al Real Madrid. Tres equipos, Atlético, Valencia y Sevilla, porfían por la «Champions», rica competición que cada vez paga mejor. Un grupo de equipos vive la burguesía del «centro» de la Liga, donde ni chicha ni limoná. Finalmente, en la cuarta Liga, patalean y patean con desesperación los que no quieren perder la categoría.

«A ver si ese decreto del Gobierno, que tanto se está haciendo de rogar, distribuye con pulso social el dinero de las ubres de la televisión para que la Liga BBVA sea madre de una sola Liga y no madrastra de tantas Ligas», me dice quien me lo dice.

J9 Sobre Casillas

Casillas, a pesar de los pesares, sigue siendo un portero fiable. Mourinho empezó a estropearlo. Mourinho es un narcisista ontológico, ontológicamente antipático (para uno). Casillas, por el contrario, es un ser normal. «Ha nacido para el Real Madrid». Es el mejor elogio que de él he oído. Lo oí en el Bernabéu, a un forofo del Real Madrid y, naturalmente, de Casillas. Yo no sé por qué, actualmente, hay un sector del público que la ha tomado con él, como tampoco sé por qué le lanzan piedras críticas con tanta virulencia algunos comentaristas.

–Con las piedras que le tiran, Casillas podría construirse otra casa.

No vale con Casillas, al parecer, eso bíblico de que lance la primera piedra quien esté limpio de culpa o pecado. Casillas, en efecto, tiene ya la edad de Jesucristo, creo.

–A lo mejor es por eso que lo quieren crucificar. Es chusco que siendo un símbolo del madridismo (lo dice hasta el tibio Florentino Pérez), un sector del madridismo sea tan ingrato con él. Contra el Rayo, sin embargo, una vez más, Casillas revalidó el vigor de su instinto.

«Qué difícil es ser un buen español en España» (esto no es mío).

V10 Suspense

El café sin leche y el fútbol, con suspense. Soy adicto a las dos cosas. A las películas de Hitchcock y a los partidos que se resuelven en los últimos minutos. Qué placer el gozo de la emoción. A partir de ahora, y hasta el final, la Liga, por arriba y por abajo, con la excepción del centro (el centro, eso que tanto gusta a los políticos, en fútbol es un coñazo). Ya esta jornada es jornada de órdago para el Atlético, dado que el Valencia –también agresivo, bronco, codicioso–, le pisa los talones y el resuello. En casa, el Valencia, probablemente, ganará al Levante, mientras que el Atlético, probablemente, las pasará canutas contra el centrado y centrista Málaga en su casa. Viva, pues, el fútbol de suspense y que «pierda el Valencia y gane el Atlético» (el genial Enrique Cerezo).