Miguel Ors
El gran fracaso
L13 Bandera
Con la excepción de los periódicos de Barcelona, ciudad a la que tanto amo (nací allí), todos los periódicos destacan la fotografía de Alonso aireando orgulloso la bandera de España. La bandera no es el símbolo ideológico de ningún partido, sino el símbolo de la historia de un país. «¡Soy español, español, español!». Títulos de algunos periódicos: «Triunfo de bandera de Alonso», «Un piloto de bandera», «Exhibición de bandera de Alonso». Lo repetiré: en España, une el deporte lo que separan y escachifollan los políticos (con las excepciones, que «haylas». Que si no, no sé). Bravo Alonso, bravo Nadal, que también tú, Rafa, eres un español de bandera. Los deportistas al poder: eso.
M14 Espejos
En términos futbolísticos, el dios de Florentino Pérez es el dinero. Tal vez lo consiga, tal vez no: me refiero a Neymar. Dicen que está dispuesto a pagar por él la intemerata elevada al cuadrado. El Real Madrid, en teoría, tiene la mejor plantilla del mundo. Sin embargo, se ha quedado sin Liga y sin «Décima». No siempre el todopoderoso dinero es tan poderoso. Florentino, ahora, mira y se mira en Neymar. No se mira en cambio en el Borussia, que, en teoría, debió ser eliminado por el Madrid: no fue así. Fiasco gordo. El otro orondo fiasco lo ha certificado su equipo de baloncesto al perder la final europea que, también en teoría, debería haber ganado. ¿Qué tienen el Borussia y el Olympiacos, siendo supuestamente inferiores, que no tenga el Real Madrid? Esto: vigor físico, vigor mental y los colosales bríos de la fe y la velocidad, y el impulso psicológico del «nosotros sí podemos».
–Vaya, que esos vigores son más poderosos que el todopoderoso dinero, a veces.
–Casi exacto o exacto.
X15 Matrimonio
Pienso que también en el fútbol el matrimonio debe ser una relación de conquista o de simpatía. La relación entre Mourinho y su pareja (el vestuario) no parece que sea de conquista o simpatía. Florentino es «un hombre de empresa y de presa». Así me lo define un hombre que trabaja con él y para él. La presa que quiere cazar es Ancelotti. Los hombres de presa son obcecados. Si no lo apresa (hoy hay problemas, no sé mañana), ¿quién en su lugar? Mi quizá futil cábala: ¿por qué no Benítez? Madrileño, se coció en el Madrid y ha triunfado, como «Mou», en tres países: España (Valencia: una UEFA y dos Ligas), Italia (Inter: un Mundial de Clubes) e Inglaterra (Liverpool: una «Champions»). Como el «hijo pródigo» de los Evangelios, podría ser estupendo que Florentino confiase en un español de tronos y troníos. Casi todos los que han trabajado con él lo ascienden a los cielos. Mata: «Es intenso, muy táctico y sabe transmitir cariño, seguridad y fe».
Es mi frívola cábala.
J16 Insisto
El destino es cruel, como el fútbol. Europa vuelve a dar calabazas al Benfica.
–¡Oh, diosa Europa!: ¿por qué desdeñas y castigas una y otra vez, hasta sietes finales europeas, a mi Benfica?
–Soy diosa. El gol es la salsa mayonesa del fútbol y al Benfica se le corta siempre. No me gusta que me corten la mayonesa de ningún guiso, tampoco el del fútbol.
S18 Ecuación
La ecuación para El Gran Triunfo 2012-13 era ésta: Mourinho + Chequera FP + los mejores jugadores del mundo= «Décima» (sin renunciar a la Liga y a la Copa del Rey ). «Res de res» –nada de nada–, que leo. ¿Fracaso de quién? ¿Del ego de Mourinho? ¿Del ego de Florentino? ¿Del cabreo de algunos jugadores? Eso es lo que, serenamente, deberá analizar el Real Madrid a partir de ahora pensando en el futuro. Me declaré antimourinhista hace años. Razoné en esta columna mi sentimiento: chulo, vengativo y «antipático» con el Madrid (su corazón, y lo declaraba, lo tenía repartido entre el Inter y la «Premier»). Jamás una palabra de afecto o simpatía hacia el Madrid. La función de un entrenador, entre otras, es generar fe, convivencia, armonía e imprimir un sello de estilo lo más bellamente posible a su equipo. Fracaso también de Mourinho en todo eso.
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