El Hospital La Fe no se tiene en

La verdad es que resulta inquietante algunos modos de hacer política, especialmente cuando todo indica que las decisiones provienen más de contradecir la gestión del contrario que de la reflexión seria. Si no ¿cómo se explica haber paralizado el concurso para el derribo del antiguo Hospital La Fe de Valencia sin que se haya expuesto el porqué? La explicación, aunque nada razonable, debe ser «porque lo había decidido el predecesor», en este caso el conseller del PP. ¿Dónde queda tanto programa sobre la transparencia?.

El encargo hecho ahora al Colegio de Arquitectos para un informe sobre la conveniencia o no de demoler el popular centro sanitario, no parece consecuente cuando existen suficientes estudios y conclusiones del Servicio de Infraestructuras de la Conselleria de Sanidad aconsejando sin paliativos su destrucción por motivos de estructura y, lo que es más importante, de salubridad para los vecinos y pacientes.

¿La Conselleria no se fía de sus funcionarios y sí de los externos? Sorprende, más todavía cuando esa Conselleria está dirigida por el PSPV, a cuyos dirigentes se les llena la boca de propiciar la gestión y poner en valor a los funcionarios. Sinceramente, no creo que las conclusiones del Colegio de Arquitectos -¿se sabe quién es el responsable de las mismas o serán anónimas?- difieran nada de las existentes. Si acaso, serán más duras.

Si por una casualidad se contradijeran, me pondría del lado de los funcionarios. Sin ninguna duda, aunque no hará falta. Estoy convencido de que podrían haberse ahorrado el encargo y la pasta, en caso que cobren. Así es la vida.