María José Navarro

El juego

Han pillado a dos diputados regionales jugando al «Apalabrados» las criaturas y se han puesto Vds. como unas hidras de manera extemporánea. Extemporánea es una palabra que da muchos puntos, por cierto. Ahí la dejo para Bartolomé y para Isabel, por lo que pueda pasar. Se han puesto Vds. como unas hidras, digo, y no sólo es que no me parece para tanto: es que me parece bien. Primero, porque peor hubiera sido que estuvieran viendo cochinadas. Cochinada también puntúa fuerte, ojo. Después, porque «Apalabrados» es un juego que fomenta la memoria, favorece el uso del lenguaje de manera correcta y permite interconectarte con muchísimos amiguitos, sea cual sea la ubicación. Interconexión tampoco es manca. Ubicación mola también. No olvidemos que Bartolomé fue alcalde de Alcalá de Henares, lugar de nacimiento de Don Miguel de Cervantes, figura máxima de la literatura española y dramaturgo de postín en el mundo entero. Dramaturgo, apunten. Isabel es licenciada en Filosofía y Letras, y con eso está todo dicho. Y además estudió la carrera en la misma ciudad de donde fue alcalde Bartolomé, lo que indica que sigue la estela marcada por Cervantes y que ellos se conocen, con lo que llegamos de nuevo a la interconexión con los amigos. Queda recordar, por último, que Vds siempre se han quejado de que los diputados puedan disfrutar de tablets que pagamos entre todos. Bartolomé, que estoy convencida se la ha costeado de su bolsillo, por lo menos le da uso. No se si tablets está aceptada, no me quiero arriesgar, pero ahí queda. Queridos lectores, Vds. no jueguen al «Apalabrados» mientras curran. Su empresa no lo vería simpático. Pero siempre hay excepciones. Excepción. Muy buena también.