Estabilidad, ante todo

No se trata de hacer una convocatoria simple y sin fundamento a la defensa del bipartidismo. En absoluto. Tampoco de ahuyentar el voto a grupos que estén propugnando desde postulados excéntricos o antisistema la regeneración de España. ¡Qué va! Ni siquiera de hacer lo que burda y tradicionalmente se ha denominado «el llamamiento al voto del miedo». No.

Lo que el Partido Popular está planteando es lo básico. Lo que necesita este país para salir adelante. Las cuestiones fundamentales en las que pueden y deben ponerse de acuerdo las dos formaciones principales a nivel nacional para no poner patas arriba regiones y pueblos, de los Pirineos a Tarifa. Y para, en cuatro días, evitar que nos arruinen y desanden el camino largo, duro y difícil que hemos tenido que recorrer los últimos tres años y medio.

PP y PSOE están en condiciones de alcanzar pactos contra la corrupción, y de aplicarlos. Hay quienes piensan que llega todo demasiado tarde. Pero no es del todo así. Hay tiempo hasta agotar la legislatura. Hay urgencia. Hay voluntad de hacerlo. Y es interesante que se pongan las bases antes de las próximas elecciones para que no lleguen políticos con vocación destructiva, revolucionaria, y comiencen a pisar terrenos sobre los que no vuelva a crecer la hierba.

Gobernabilidad y estabilidad. Poner por encima de los intereses particulares y sectarios el general. Es lo que siempre se ha considerado protección del bien común. Esta vieja nación necesita un Gobierno fuerte, una sociedad civil ilusionada y con ganas de levantarse. Nada de experimentos. Nada de adanismos. Lo que demanda Rajoy coincide con lo que el Jefe del Estado ha puesto en el frontispicio para contemplación de todos los españoles. Si es que queremos salir adelante. Que queremos. Y sabemos. Lo vamos a hacer.