Iñaki Zaragüeta
Están donde tienen que estar
La Justicia muestra su independencia y trata a los detenidos como a los demás. Imaginemos qué hubiera sucedido si el presidente del Gobierno descuelga el teléfono y traslada al fiscal o a la juez, o a los dos, la idea de que actúen con visión política el proceso contra Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y demás cuates independentistas. Lo sé. Se hubiera montado la mundial. Toda la izquierda, asociaciones y colectivos que entienden la democracia sólo si se coincide con su ideología, hubieran pedido su cabeza. Hoy Mariano Rajoy estaría imputado y procesado. Eso, quizá, lo hubiera podido hacer Rubalcaba.
No lo ha hecho como era su obligación, la Justicia demuestra su independencia y los acusados tienen prisión preventiva sin fianza como corresponde al riesgo de fuga
–algunos ya lo han demostrado– peligro de hacer desaparecer documentación y, además, seguridad de que van a seguir delinquiendo como lo han hecho hasta ahora. ¿Alguien necesita más argumentos?
Con estas premisas no entiendo a esos políticos, contertulios y demás no independentistas que cuestionan la situación de los reos y, además, imputan a Rajoy la responsabilidad del escenario. Evidentemente demuestran una desconexión con el ciudadano normal que quiere, en mi opinión acertadamente, una Justicia igual para todos. ¿En qué cabeza cabe la petición de aplicar a los detenidos una «amnistía preventiva» formulada por Ada Colau?
Los acusados de presuntos graves delitos están donde tienen que estar. No sólo por vulnerar la Ley. Además por soberbios o ignorantes políticos que volvieron la espalda a las advertencias del Gobierno de que, una vez inmerso en la Justicia, el asunto era incontrolable.
Todos esos críticos estarían aplaudiendo si los afectados fueran miembros del PP. Por menos lo han hecho hasta ahora. Así lo han demostrado. Así es la vida.
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