Toni Bolaño
Felipito Tacatún
Rubalcaba ha tenido un «detallazo» con Mariano Rajoy. Estamos en Navidad y el secretario general socialista ha sido comprensivo con el presidente del gobierno. Rajoy lo está pasando mal en Moncloa y Rubalcaba le ha hecho un regalo porque la cosa está que arde. El paro es una sangría endémica. Europa un sudoku de difícil solución. Frau Merkel no tiene elecciones hasta septiembre y hasta entonces tendrá la caja cerrada. El retorno de la momia, como lo calificaba «Liberation», ha vuelto a revolucionar Italia y de paso a «joder» la prima de riesgo española.
El ministro Guindos trata de dirigir la maltrecha nave española en las aguas turbulentas del rescate. Wert y Gallardón, con una inestimable mano izquierda, han revolucionado uno a jueces y fiscales y otro a la comunidad educativa y, por ende, a una Cataluña que sigue tratando de digerir el empacho de Artur Mas que se lanzó a unas elecciones en las que fue a por lana y salió trasquilado. Los precios suben, las pensiones bajan, los funcionarios se quedan sin paga extra, miles de trabajadores se temen lo peor para después de Reyes –que eran de Oriente hasta que Su Santidad nos chafó la guitarra diciéndonos que venían de Tartesos, o sea de Cádiz–, los dependientes son cada vez más dependientes y los empresarios miran como la banca recibe la pasta para tapar sus agujeros y el crédito sigue durmiendo el sueño de los justos. Para colmo, un caso digno de Sherlock Holmes estalla ante las murallas de Pamplona y fulmina a un diputado popular. Con este carajal está lidiando el presidente Rajoy. No es fácil. Pero ahí está el líder socialista. ¡Para hacer oposición! ¡Faltaría más! Rajoy se temía lo peor. Que Rubalcaba convocara primarias y apareciera un nuevo líder, con nuevo empuje, y le aguara la fiesta. Hasta ahora, las encuestas le sonríen y ni en sueños se podía imaginar que con este guirigay la oposición se desgastara más que él. Lo normal sería que el PSOE reemprendiera el vuelo. Pues no. Rubalcaba se lo ha garantizado. Con la que está cayendo ha sido generoso con el atribulado presidente.
El PSOE seguirá en su calculado desgaste. Como Joe Rigoli y su famoso personaje de la televisión de la transición «Felipito Tacatún» y su «yo sigo», Rubalcaba ha aplazado las primarias hasta el 2015. No me lo nieguen, todo un «detallazo». Estamos en Navidad.
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