Juego de niños

Suele decirse que en Europa los padres corren detrás de sus hijos para darles de comer y en África los niños corren tras los padres buscando qué comer. No es un juego de palabras, pero para algunos parece ser un juego de niños. Cada tres segundos muere un niño de hambre en el mundo, la mayoría en África. El 52% de los niños menores de 5 años presentan una severa malnutrición y hasta 4 millones de niños mueren de hambre cada año antes de cumplir el mes de vida. Al parecer a algunos países africanos, en este caso Etiopía, les molesta que se dé al mundo la imagen de que no pueden ocuparse de sus hijos. ¡Y venga con la imagen! A todos los tontos les da por lo mismo. Para imagen la de los niños malnutridos, con sondas en la nariz, con la mirada perdida y triste, esperando en orfanatos y hospitales a que la estupidez de los adultos, asentados en la administración política o judicial, se aminore para que ellos puedan acceder, ya no digo a un plato de comida, sino al sueño de una vida digna imposible en su país de origen, el lugar del mundo donde ellos no han elegido nacer. Si para entenderlo necesitan que les pongamos el «We are the World» grabado en 1985 para la campaña humanitaria contra la hambruna en Etiopía, se lo ponemos, a ver si así entienden mejor lo de la mano amiga.

Dicen que cuando no esperas nada de la vida y del mundo es difícil que te decepcione. Ése es el caso de estos niños, pero desde luego, el resto deberíamos mostrar nuestra irritante decepción por la sinrazón de algunos dirigentes, en este caso, etíopes.