Toni Bolaño
La madre de todas las Diadas
El general Moragas se aprestó a defender Barcelona del que sería el último asalto de las fuerzas borbónicas. En el último bando hacía una llamada desesperada a los ciudadanos de Barcelona para que se presentaran voluntarios para defender las murallas de la ciudad. Eran las tres de la tarde del 11 de septiembre. Moragas pidió un esfuerzo más en defensa de "las libertades de los pueblos de España". Lo hizo sólo. Los miembros del Consell de Cent, el gobierno de la ciudad, con Rafael Casanova como "Conseller en Cap"habían huido de Barcelona. Ninguno de ellos murió en el combate. Moragas sí. Fue enterrado, junto con muchos defensores austriacistas en el Fossar de les Moreres, el antiguo cementerio de la Basílica de Santa María del Mar que se convirtió en una fosa común y más tarde en plaza pavimentada, durante el reinado de Fernando VII.
Este lugar es el elegido por el presidente Artur Mas para iniciar la celebración de la Diada. Hasta ahora el Fossar era lugar de peregrinación de los grupos radicales independentistas. En algunas ocasiones hasta ERC había recibido pitadas e insultos en los actos que se celebraban la noche del 10 de septiembre. Este año, sin embargo, Mas ha elegido esta simbología para honrar a los defensores de Barcelona como si de una guerra de Secesión se tratara, cuando fue sólo una guerra de Sucesión. En aquel entonces Europa dio la espalda a Cataluña. Primero el Archiduque Carlos que prefirió el trono del imperio austríaco a la corona de España. Luego Inglaterra que temerosa del poder de los Austrias dejó que el Duque de Anjou, Felipe V, se hiciera con el trono español. Lo cerraron en el Tratado de Utrech firmado en 1713. Sólo Barcelona y Mallorca resistieron.
Sin embargo, en la conmemoración del tricentenario de estos hechos, el nacionalismo catalán está reinventando y reescribiendo la historia. Necesita de la épica del pasado para justificar su posición independentista. No es la primera vez que lo hace. Como ha recordado hace unos días, el Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona y Director General Honorario de la Comisión Europea, Francesc Granell, lo intentaron también hace 100 años, al finalizar la Primera Guerra Mundial. Una comisión catalana intentó en Versalles hacer valer los derechos de Cataluña en la redefinición de Europa. Quisieron que Europa diera carta de naturaleza a las reivindicaciones independentistas catalanas. No lo consiguieron. Los despidieron con cajas destempladas.
Todos estos acontecimientos no representan ningún contratiempo para el nacionalismo catalán que ha hecho del antiguo mercado de abastos de El Borne un lugar de obligada visita –a pesar que ha costado un dineral en plena crisis- para reivindicar la lucha por las libertades de Cataluña –los defensores de Barcelona hablaban de España- y del Fossar de las Moreras el lugar emblemático de la parafernalia y simbología independentista, que acogerá la ofrenda floral por los caídos el miércoles día 10. Acto seguido se realizará en la cercana Lonja del Mar el acto institucional que continuarán diseminados por toda Barcelona. Danza, títeres, poesía, música polifónica, sardanas, jazz, música barroca, concierto de piano, música tradicional catalana, teatro y un "pasacalles"musical se desplegarán por toda la Ciudad Condal. Los actos de la Diada comenzaron el pasado viernes con la proyección de una gran senyera –bandera catalana- en el Palau de la Generalitat "in memorian"de los caídos hace 300 años. También Girona, Lleida, Tarragona y las Tierras del Ebro realizarán actos institucionales.
El plato fuerte se producirá el mismo día 11 con la manifestación convocada por la Asamblea Nacional que pretende hacer una V gigante en defensa de la consulta del 9-N y de la independencia. Los miembros del Govern estarán presentes excepto el propio presidente Mas y el conseller de Interior, Ramón Espadaler. Todos los partidos nacionalistas, ERC, CDC, UDC, CUP, junto con Iniciativa per Catalunya Verds, dan apoyo a esta movilización que contará con la presencia de los críticos del PSC. Su éxito o su fracaso marcará el desarrollo de los próximos dos meses.
En Tarragona, tendrá lugar otra manifestación. Allí se congregarán los catalanes que quieren seguir unidos a España convocados por Sociedad Civil Catalana. Estarán presentes ciudadanos de derechas, de izquierdas, de centro; autonomistas, centralistas y federalistas. En una y otra convocatoria los temas serán recurrentes. El fraude de Pujol –que no hubiera ocurrido en una Cataluña independiente según Carme Forcadell, presidenta de la ANC-, las cuentas millonarias de la familia, la financiación ilegal de CDC, la implicación de los hermanos del conseller Puig muy cercano a la familia Pujo, el váyase a la mierda de Marta Ferrusola a un periodista –siguiendo la pauta que marcó su marido cuando hace unos años envió a "los socialistas a la mierda de dos en dos", la consulta soberanista, el plan B de Mas, la ley de consultas, la legalidad del proceso o su ilegalidad, la propuesta federal del PSOE, la oferta del PSC de entrar en el gobierno si Mas rompe con ERC, si ERC debe entrar en el gobierno con Mas, la posición del Gobierno de Rajoy, la resolución del Constitucional........................... Con los sentimientos a flor de piel se volverá a celebrar la Diada Nacional de Cataluña en el marco del Día de la Marmota particular de la política catalana.
Hace 4 años, Artur Mas ganó las elecciones y realizó los mayores recortes sociales desde la transición. Dos años después adelantó la contienda electoral pidiendo una mayoría suficiente que se tradujo en un sonoro revolcón y la pérdida de 12 diputados. Inasequible al desaliento, el líder de CiU se alió con ERC iniciando un camino que ha llegado a su última encrucijada, la consulta separatista del 9 de noviembre. Mas la piensa convocar –no ha escuchado ni a Pedro Sánchez ni a Mariano Rajoy- alegando el marco legal de la Ley de Consultas que aprobará el 19 de septiembre. Una ley que no sirve para convocar un referéndum. En el texto, se reconoce explícitamente que se pueden convocar "consultas no refrendarias". Por tanto, es previsible el veto del Constitucional que ERC y las CUP no quieren respetar y sacar las urnas a la calle "sí o sí"en su ruta hacia la Declaración Unilateral de Independencia. Mas dice no tener plan B aunque a algunas entidades del Plan Nacional de la Transición les ha dicho en privado que la consulta no se hará. El presidente catalán sabe que sin acuerdo, sin las mínimas garantías de transparencia y de democracia, Europa dará de nuevo la espalda a Cataluña. Sería como mínimo la tercera vez. De momento, el jueves se celebra la Diada, la madre de todas las Diadas
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