Alfonso Merlos
La sombra del padre
Son los efectos de la irresponsabilidad y el mal gobierno, los cálculos fallidos y las ambiciones delirantes. Mas es prisionero hoy, como consecuencia de su extraterrestre experimento, de una peña de tres mil antisistema, separatista arriba, separatista abajo. Se lo ha buscado. Peor, imposible. El bloqueo institucional, la parálisis económica, el retroceso en tiempos en los que España coge aire en la salida de la crisis. Un escenario planificado sólo por un negado.
Más de tres meses sin gobierno. No es un cachondeo. Tampoco exactamente una amenaza o un capricho de quienes se saben con la sartén por el mango. Es la desembocadura de un desastre colosal: el de jugar todas las cartas a una apuesta contra el sentido común, contra la ley, contra la aritmética electoral. Contra casi todo lo razonable y lo sano. Pero como al abanderado de Juntos por el tres por ciento le crecen los enanos en su circo soberanista, ahora salta a la pista el que todos esperábamos. El patriarca. La larga sombra del ocultamiento y la evasión de dinero que cae a plomo sobre el octavo hijo del clan. El superviviente político. El epígono de la farsa nacionalista. Una multimillonaria herencia más falsa que un euro de madera. La mancha de toda una región. La «familia de Estado» por tantos años tenida -con inusitado y sostenido entusiasmo desde posiciones papanatas y apaciguadoras-, convertida ahora en un simple grupo tramposo y delictivo atado por lazos de sangre. No es un proceso aislado del que deba salir ileso quien sueña con seguir siendo presidente de los catalanes buenos. Al contrario. La organización criminal a la que le toca rendir cuentas ante la Audiencia Nacional, empezando por Pujol senior y la venerable Ferrusola, hizo volar fajos de billetes hasta casi una veintena de países, desarrolló todas las modalidades de blanqueo y lo hizo saqueando a empresarios de Cataluña y entregándose a toda suerte de actividades ilícitas. La Policía no es tonta pero Mas tampoco. ¿Era este vasto entramado enteramente desconocido por el delfín de la famiglia? ¿Jamás existió sospecha? ¿Estaban ayunos de estos tejemanejes, siquiera de una brizna de información, del primero al último dirigente de CiU? El comandante en jefe de la República Independiente Catalana está encadenado. A su pasado y a su presente. ¡Qué favor le haría a sus conciudadanos no esclavizándolos en el futuro!
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