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César Vidal

Lara o la parábola de los talentos

Lara o la parábola de los talentos
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Exiliado en el sur de EE UU se cree uno a resguardo de los fríos de todo tipo que golpean ahora mismo a mi querida España. Lo cree y se equivoca porque, como la bofetada inclemente de una borrasca, me ha azotado la noticia de la muerte de José Manuel Lara, uno de los últimos grandes. Para muchos, la editorial Planeta será siempre la empresa de su fundador José Manuel Lara Hernández, un personaje realmente novelesco que sirvió en la legión durante la guerra civil, fue «boy» de Celia Gámez, se abrió paso con un ingenio extraordinario en la Barcelona de la posguerra estableciendo, entre otras cosas, una red de academias y acabó sus días con un título nobiliario. No dejaba poco legado José Manuel Lara padre y no fueron escasos los que contemplaron con mirada interrogante al hijo que heredaba nombre y grupo. Sin embargo, como si la parábola de los talentos hubiera sido su guía, José Manuel Lara se puso desde el principio a multiplicar lo recibido. En 1963 había comenzado a trabajar en la Librería Larousse de París para luego ir desempeñando distintos cargos dentro de Planeta. Su experiencia a uno y otro lado del Atlántico le resultaría fundamental para lograr dar el salto de la editorial más importante de España a un holding de una relevancia más que impensable, prodigiosa. El mismo año de 2003 en que se convirtió en presidente de Planeta, asumió también la presidencia del Grupo Atresmedia. Bajo su dirección, Planeta se convirtió en el primer grupo español de comunicación en España, Francia e Hispanoamérica a pesar de asentarse en capital meramente familiar; en el primero editorial en España e Hispanoamérica y en el segundo en Francia sólo precedido por Editis y en el primero en la venta de fascículos y obras enciclopédicas. Pero, sobre todo, José Manuel Lara hijo logró diversificar de manera incomparable lo que ya era una pingüe corporación. La distribución cinematográfica, los contenidos audiovisuales, la formación de profesionales y, desde finales de los años noventa, el mundo de los medios de comunicación se convirtieron en áreas de extraordinaria relevancia para el grupo. En 2012, Atresmedia ya agrupaba a Antena 3 TV, la Secta, Onda Cero radio, Europa FM y Melodía FM, todo ello sin contar La Razón y AdN como diarios propiedad de Planeta. Semejante presencia se llevaba a cabo sin imponer un sesgo monolítico a los medios como había sucedido con otros holdings paralelos. A decir verdad, todos ellos han mantenido su identidad a lo largo de los años como sucedió, a fin de cuentas, con el propio José Manuel, un personaje que podía recibir en 2007 la Cruz de san Jorge que otorga la Generalidad de Cataluña y que no por ello dejaba de anunciar que él, catalán de pro, caso de producirse la independencia de esta región española, trasladaría la central de Planeta a otra ciudad de España. No es seguro que Lara padre hubiera visto con buenos ojos que en 2009 su hijo José Manuel dejara de ser el máximo accionista del club de fútbol Español, pero, en otras áreas, cuesta trabajo que hubiera podido imaginar a lo que iba a llegar su vástago. Más que multiplicó lo recibido. Como en la parábola de los talentos...