Llegó con tres heridas

Rubalcaba cree que Rajoy está sentado sobre tres volcanes a punto de entrar en erupción. Es posible, incluso podemos estar ante una verdad inquietante, no sólo para el presidente del Gobierno y su partido, sino para el propio país que el todavía líder socialista quiere salvar. Para preservar el bien común, el interés general, esta dispuesto a plantear una moción de censura en el Parlamento. Rubalcaba y los suyos, bueno la verdad es que «suyos» casi no hay ya que la mayoría de los barones del PSOE llevan meses con el cuchillo entre los dientes esperando el momento oportuno para apuñalarle, están empeñados en mostrar una imagen catastrófica de España justo ahora que los signos de recuperación, aunque leves, hacen albergar algunas esperanzas de superar la fase aguda de la crisis. Quizá sea precisamente por esto por lo que don Alfredo ha decidido apretar el acelerador de las críticas y habla de los tres grandes problemas que tiene sobre sus hombros Rajoy pidiendo incluso su dimisión para ayer mejor que para mañana. El paro, Cataluña y el «caso Bárcenas». Los populares llegaron al poder con tres heridas. El paro rebasaba, con mucho, los cuatro millones cuando los españoles decidieron mandar a Zapatero y a su vicepresidente a la oposición. Esa herida, ese volcán, pertenece a la difícil situación heredada, expresión que acuñaron en el 82 Felipe y Guerra. El segundo volcán lo reavivaron los socialistas con el pacto tramposo que ZP planteó a Artur Mas para cambiar el Estatut. Sobre estos dos gravísimos problemas más le vale a Rubalcaba no hablar no sea que se conviertan en un boomerang que termine por partirle la crisma. La tercera herida, el «caso Bárcenas», es algo que el PP tiene que arreglar antes de que la bola de nieve se lleve por delante algo más que su actual mayoría. Si el Gobierno quiere recobrar confianza debe empezar por recuperar las de sus propias siglas. Aquí no vale el «tú más» aunque el escándalo de los ERE en Andalucía sea de proporciones bíblicas.