Aeropuerto de El Prat
Los efectos del tricornio
Es lo que se conoce como «efecto terapéutico del tricornio». Estamos tan acostumbrados que no nos damos ni cuenta, pero seguro que todos ustedes lo han experimentado muchas veces. Basta la presencia de la Guardia Civil para que casi todo, desde el tráfico en carretera a las fiestas del pueblo, pasando por un desastre natural, comience a ir como la seda. Y eso que el charol lo han reservado para el uniforme de gala y el sombrero de picos ha sido sustituido por el casco, la boina o la gorra de faena. Lo comprobamos ayer en el Aeropuerto del Prat donde milagrosamente y a pesar de ser jornada de huelga en los controles de seguridad, el flujo de pasajeros discurrió con más velocidad que ninguno de los días precedentes. No voy a opinar sobre si los vigilantes tienen una actitud «sensata». Tampoco si la culpa es de Eulen, el comité, la Generalitat o el ministro de Fomento, aunque algún alto responsable tendría que explicar cómo es posible que nadie viera venir la bronca y se haya permitido su estallido en pleno agosto, cuando la totalidad de España toma vacaciones y la mitad de los turistas de Europa nos caen encima. A la espera de esa explicación, que quizá no llegue nunca, quiero subrayar un detalle que corre el riesgo de pasar desapercibido. Esos 200 agentes de la Benemérita que le han ahorrado a usted un montón de horas de cola e innumerables sinsabores, tienen unos sueldos todavía más miserables que los de los «securatas» en huelga. Y trabajan más horas, en condiciones más complicadas y con bastantes menos derechos. Tras aprobar la oposición y pasar un curso entero en la Academia de Baeza, lo que cobra un número de la Guardia Civil son 1.177 euros al mes, más o menos el sueldo que los vigilantes del Prat, por abrumadora mayoría, rechazaron este domingo por «escaso e inadmisible». Habrá quien diga que es un trabajo estable, en el que se va escalando y que los emolumentos mejoran con la edad. Pues tampoco, porque un guardia veterano, con especialidad de Policía Judicial, 4 trienios y un hijo, todo lo que se lleva neto al concluir el mes son 1.342 euros. Un poco más, si le especialidad es Tráfico. Y eso de que no pagan vivienda, porque les ponen Casa Cuartel es una milonga. Vale para Betanzos, Bembibre o Monforte de Lemos, pero en las grandes ciudades, no hay hueco. Díganme si no es de vergüenza que este país y sus políticos traten tan mal a los héroes del tricornio.
✕
Accede a tu cuenta para comentar