Alfonso Merlos

Los malos perdedores

¡Qué triste! Pero es lo que hay y no debemos darle más vueltas de las necesarias. Denunciarlo, eso sí. Así son los socialistas. Así se las gastan y así quedan retratados. Su posición en relación al «dossier Arias Cañete» es irresponsable, antipatriota y equivocada.

Irresponsable, porque les sitúa como unos politicuchos que no saben reconocer los méritos ajenos, o no quieren, o no pueden. Al menos cuando están vinculados a dirigentes del PP. Y eso a pesar de que el currículum de gestión de don Miguel está sobradamente acreditado. Lo examine quien lo examine. Los hechos son incontestables; las opiniones, libres; y hasta arbitrarias o injustas en algunos casos cuando quienes las contemplan se distinguen por su estrecha u obtusa mentalidad.

Antipatriota, porque los compadres de Pedro Sánchez son incapaces de percibir los beneficios de contar con un mandamás en Europa que defienda nuestros intereses en tiempo y forma, con vehemencia y contundencia, de forma incontestable y eficaz. Con hechuras y carácter. ¡¿Tanto molesta si es de la derecha?! ¿Se puede ser más sectario y pueril en planteamientos que deberían ser de Estado? ¡Por favor!

Equivocada, porque desde las fraguas de Ferraz de nuevo se vuelve a proceder contra las iniciativas del Gobierno de Rajoy (¡qué importa su particularidad!) con ánimo torcido, destructivo. Hay que boicotear, taponar, deshacer. Pero lo importante es no ayudar ni colaborar.

¡Ya está bien la broma! Ahora resulta que Miguel Arias era un magnate del petróleo. Que era el enemigo mundial número uno del cambio climático. Que era el campeón global del machismo. ¡Y el conjunto de los ciudadanos sin enterarse! ¡Y sin reaccionar!

Señoras y señores, lo que hay es lo que parece: un PSOE que se ve a la defensiva, en retroceso, perdiendo, sin saber cómo y de dónde recabar apoyos populares. Y éste es el resultado de la indefinición, la desesperación, el aturdimiento, la ausencia de un plan. Tienen tiempo para remontar. Pero carecen de visión. ¡Qué mal!