Miguel Ors
Menos «café con leche» y más deporte
L30 Enamoradizo
¿Es enamoradizo el español? En fútbol, a veces, sí. O sí, sin a veces. Florentino Pérez, para bien del Madrid, es enamoradizo. A FP le chiflan los jugadores caros, carísimos.
–Es que los caros, carísimos, oiga, suelen ser los mejores. Y lo caro, además, dura más.
Cierto. En la plantilla del Madrid figuran los mejores del mundo.
–Un momento, precisemos, me ataja un barcelonista. Neymar y Messi no juegan en el Real Madrid, lucen su palmito de talento y creatividad en el Barcelona.
Ahora mismo, globalizando su popularidad, hay un colombiano. Se llama, como ya nadie ignora, James Rodríguez.
–Me llamo James, como suena, no «Yeims» –rectifica a los que «anglosajonizan» la pronunciación de su nombre.
James, en efecto, tiene dotes mágicas con el balón. Y algunos de sus goles dejan boquiabierta y viendo artefactos voladores no identificados a la gente.
–¡Dios, qué golazo!
James pertenece a la «cuadra» del James Bond de los agentes, esto es, al todopoderoso señor Mendes, águila y halcón en el arte de la compra (barata) y de la venta (carísima) de jugadores. James es jugador del Mónaco. A Maradona le «sublimina el tal James»: «No sólo hay que hablar de Messi y Neymar, hay que hablar de James Rodríguez». Otro piropazo, éste de Tabárez: «Tiene el talento de Maradona y de Messi».
¿Es verdad, pues no lo sé, que Mendes le ha tanteado ya la cartera a FP?
–FP –es lo único que he conseguido saber– es el mejor «ojeador y cazador de piezas caras, carísimas del mundo». No dirá nada al respecto ni ahora ni más tarde. Ni confirmará ni desmentirá.
A especular, por lo tanto, que el fútbol es también un juego de dimes y diretes: sí, no, no, sí.
M1 Fútbol
El fútbol es juego, marca, política social y FIFA. La Angela Merkel de Brasil se llama Dilma Rouseff. Se comenta y se publica que si la «Seleçao» no gana el Mundial, su imagen política caerá sin remedio. El anciano, «castizo» y cachondo presidente de Uruguay, el muy simpático y campechano señor Mújica, opina que la FIFA «es una manga de hijos de puta». ¿Castigará la FIFA del cada vez más desacreditado señor Blatter al eximio señor Mújica? Otra pregunta: ¿Fichará el Barça al «mordedor» Luis Suárez?
Si se aviene a que en el contrato figure una cláusula en la que se diga que acepta la expulsión del club sin indemnización si vuelve a caer en irracional y mortal pecado de mordedura, ¿por qué no?, me dice sarcástico persona cercana a Bartomeu, a quien Suárez, a pesar de su canina y biológica patología, sigue gustándole más que un rábano a un conejo.
Fútbol: esa pasión tan pluralmente útil.
M2 Mi señor
Cada uno ve lo que quiere ver, señor Montoro; usted, ve votos, sin los cuales no estaría usted donde está, e impuestos. Lo suyo, su campo de fútbol, son los impuestos. Yo, en cambio, veo que, sin patrocinadores, el deporte decaería como declinan los países infeccionados por el tifus de la crisis. Los cebos fascinantes de la marca España, señor Montoro, son el sol y el deporte. Hay turismo gracias al sol, de igual modo que se sabe de la existencia geográfica de España gracias al fútbol, a Nadal, a Márquez, a Alonso... al deporte en general, que es el otro sol de España. No oscurezca o eclipse usted este sol con ese anteproyecto de ley que, al parecer, pretende el siniestro objetivo de derogar las desgravaciones a las empresas que invierten en él. Mi señor Montoro, por favor, cárguese antes «el café con leche» de las autonomías –la inmensa mayoría lo celebraría: créame– tan espesamente cargado de diputados y prebendados, pero no hiera fiscalmente, por favor, al otro sol de España.
J3 Une
Recuerdo aquí de vez en cuando que el deporte y El Corte Inglés unen lo que los políticos, con o sin corbata, con o sin coleta, separan o avinagran. Miren por donde también en Estados Unidos une el deporte. Lo he leído. El musculado y famoso actor de exceso de consonantes Arnold Schwarzenegger opina que «el Mundial nos ha unido a todos». El problema de «USA», sin embargo, es que no tiene Corte Inglés. Obama, el de «Nosotros podemos», y al que le encanta el fútbol, anticipa por su parte: «Ya podremos en el próximo Mundial».
✕
Accede a tu cuenta para comentar