Iñaki Zaragüeta

Ni aquí, ni allí. A Madrid

El expresidente de Andalucía, José Antonio Griñán, podría haber mostrado el camino a su homólogo Francisco Camps y a la alcaldesa Rita Barberá al decidir refugiarse en el Senado por si llegara el caso de que ser imputado por el «affaire» de los ERE de Andalucía. De esta forma, por su aforamiento nacional, el asunto pasaría de las manos de la jueza, Mercedes Alaya, a las del tribunal Supremo.

De ahí que mi amigo Rogelio me preguntara ayer si deberían haber adoptado esa decisión las dos personalidades valencianas desde que Castro demostró la querencia hacia su imputación.

La reflexión de mi amigo venía provocada por las interpretaciones dadas a la petición del fiscal anticorrupción de que el TSJ de la Comunitat se responsabilice de todo el caso Nóos, que ven en esta propuesta más esencia que la propia sugerencia de imputarles. ¿Por qué? Por que, para esos analistas, el objetivo importante quitar el asunto al juez mallorquín Castro, obsesionado -dicen- en imputar a alguna personalidad de máxima relevancia.

Tendría bemoles que terminara siendo un «caso valenciano». Por ello, una buena solución sea «ni en Palma ni en Valencia, a Madrid». Así es la vida.