Estado Islámico
Pasaporte al paraíso
Andamos tan enredados en las cuitas del PSOE, las excentricidades de los jueces, el pringue de los informes policiales, las mangancias de los corruptos y las chapuzas de los zarrapastrosos de Podemos, que se los ha olvidado que el mundo es ancho y ajeno. En esta pulsión parroquiana, tan española, se nos ha olvidado que a 5.000 kilómetros de aquí está el infierno. Ayer, casi coincidiendo con la llegada de Donald Trump a Arabia Saudí, los terroristas islámicos reventaron en el vecino Irak a medio centenar de inocentes. Como hace semanas que no nos remiten un vídeo degollando a algún desventurado occidental, hemos dejado de prestar a lo que se cuece en esa zona del mundo, como si cerrar los ojos ante el peligro sirviera para conjurarlo.
Según la CIA, el llamado Ejército Islámico contaba con 30.000 fanáticos, de los que 4.000 procedían de la UE. Se calcula que más de un millar ha muerto, varios cientos han regresado a sus países de origen –fundamentalmente Bélgica, Francia, Alemania y Reino Unido– y unos 1.500 siguen haciendo tropelías y planificando la vuelta. En esa cuadrilla están los que resten vivos de los 139 procedentes de España. Para mi espanto, resulta que los expertos del Centro Internacional de La Haya para el Contraterrorismo pontifican que «lo que hace falta ahora es dedicarse a la rehabilitación y reintegración de los que retornan». No paisanos, no. Lo justo y necesario es impedir que vuelvan. Parafraseando al denostado Putin, si es voluntad de Alá acogerlos en su seno y perdonarlos, que lo haga. Nuestra obligación es mandarlos con él de la forma más rápida y expeditiva posible. Me tranquiliza un poco que Trump, el otro gran vilipendiado del momento, esté en esa línea. Cierto que en los cuatro meses justos que lleva en la Presidencia ha metido la pata hasta el corvejón en multitud de asuntos, pero en este de la guerra contra el mal parece tenerlo claro.
El Pentágono reveló este viernes que ha iniciado una «campaña de aniquilación» contra el ISIS. El secretario de Defensa, Jim Mattis alias «Perro Loco», explicó que están rodeando los feudos de los fanáticos, para impedir que escapen los yihadistas extranjeros y que la Casa Blanca ha delegado al Departamento de Defensa la toma de decisiones. Se acabó aquel incordio impuesto por Obama, por el que había que pedir permiso para cada operación, lo que restaba eficacia a los ataques. Me da la impresión de que entre Rusia y EEUU van a dejar Raqa y aledaños como una era.
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