Iñaki Zaragüeta

Pons: nostalgia valenciana

Si era poca controversia la que rodea al PP valenciano, el martes Esteban González Pons jugó a la confusión ¡cómo le gusta el lío! en su columna semanal expresando una profunda nostalgia –los gallegos le llaman «saudade»–: «Por primera vez no estoy en casa el día de Reyes...», para seguir a continuación: «El destino me tiene exiliado en Bélgica, triste como una carta a los Reyes...». «Yo creo en los Reyes Magos, pero no he debido portarme bien porque en Bruselas no me han dejado más que lluvia». Pero Esteban no se conformó con esta retorcida hipérbole. A modo de brindis, despedía el artículo en «Las Provincias» con su propia carta a los Magos de Oriente: «Niños, guardadme un trocito de roscón en la nevera que soy de los vuestros y hoy falto». A la carta sólo le faltó expresar: «Ya le he dado el “sí” a Rajoy ante la vorágine del PP de mi tierra». No sé si la petición se dirigía a la familia o a ese PAI –fue conseller de Urbanismo– entre la Moncloa y la calle Génova expresando su conformidad al «dedazo». Así lo interpreté al leer las líneas de una persona que emerge como el candidato más aplaudido en el empeño por relevar a Alberto Fabra en la candidatura a la Presidencia de la Generalitat por parte de los prebostes valencianos. Es cierto que ayer en su cuenta de Twitter –la ex alcaldesa de Alicante parece haber creado escuela al anunciar su dimisión por Faceboock– afirmaba que «en Bruselas tengo un proyecto político y personal a largo plazo». Sin embargo, no sabemos si coincide con el que le tiene diseñado Rajoy. La declaración en nada ayuda a las aguas revueltas del PP valenciano por la tardanza en designar candidato. Si fuera el caso, veremos si salva el riesgo de la «línea roja» por un caso judicial que afecta a cuatro consellers. Así es la vida.