Puestos a derrapar...

Cuando era pequeña había una cosa que me sacaba absolutamente de quicio y era aquello de «yo no te digo que ni que sí ni que no; yo sólo te pregunto si quieres que te cuente el cuento de la buena pipa». Pues bien, los independentistas catalanes le han calcado el patrón a aquel jueguecito absurdo y siguen afirmando, ahora vía un invento denominado Consejo Asesor para la Transición Nacional, que en el caso de que Cataluña se independizase, Europa no haría lo que afirma que hará, sino lo que los separatistas catalanes quieren. Ahí queda eso. Los argumentos expuestos por Carles Viver Pi-Sunyer para mantener que una Cataluña soberana seguiría formando parte de la UE se basan, dice, en la lógica y el pragmatismo, y es cierto: en la lógica y el pragmatismo de un independentista catalán, que no es precisamente lo que suscribe el Tratado de Lisboa.

A Mas ya le han dicho en varios idiomas que Cataluña es Europa porque es España, y que si dejase de serlo, su condición pasaría a ser la de miembro amputado. En cuanto, a si España vetaría o no su ingreso, ahí sí le doy la razón al señor Viver y a su cuento de la buena pipa –«puede que sí o puede que no»–: si en ese hipotético momento gobernase el PP, seguramente España se opondría, más que nada para no animar a otros posibles secesionistas; si gobernase el PSOE, como ya no tendría el lastre del PSC, es muy posible que también. Ahora bien, si quien estuviera al mando del timón fuera IU, entonces no tendrían ningún problema porque ya hemos visto que el partido de Cayo Lara tiene como premisa recompensar a todo aquel que se adueña de una propiedad ajena. Quizá sea esa la variable que maneja el sesudo Consejo Asesor, total, ya puestos a derrapar...