Rajoy muestra congruencia

El destino inmediato de España depende del PSOE. Es la reflexión más generalizada entre quienes me producen credibilidad por su rigor y experiencia en la política. Si reflexionas sobre ello, parece cierto. El PP de Rajoy tiene clara su postura y su idea sobre lo que debe ser nuestro país. Lo mismo sucede con Ciudadanos (C’s) de Rivera, a quien, a pesar de no haber satisfecho sus expectativas, el escenario le concede un protagonismo secundario pero importante.

Las declaraciones de ayer del presidente fueron una muestra de congruencia y de servicio a los intereses generales al propiciar un Gobierno estable con PSOE y C’s, lo conveniente en estos momentos para que dure lo que tenga que durar. Podemos y los separatistas ofrecen un futuro indeseable para una sociedad desarrollada, enclavada en la UE, donde su ideología desentona hasta hacerla inviable. Pablo Iglesias tendrá que explicar un día el porqué de centrar todo su horizonte en el referéndum catalán, lo que le convierte en presa fácil de un socialismo encabezado por Susana Díaz.

Decía que el escenario reserva al PSOE –no he dicho a Pedro Sánchez– el papel estelar, porque inclinará la balanza para que gobierne la formación vencedora en las elecciones o la convocatoria de nuevos comicios. No contemplo, por peregrino, el empeño en ocupar La Moncloa en alianza con la izquierda marxista más radical e independentista no sólo por propiciar la ilegalidad, sino por diferencias abismales.

La congruencia de Rajoy es la tabla a la que debe acogerse el PSOE teniendo en cuenta esa fórmula clásica de ser congruente, que podría atribuirse a un gallego: «Hacer lo que uno dice, pensar lo que uno hace y decir lo que uno piensa, y viceversa». Así es la vida.