Cataluña

«Rex Bellator»

La Razón
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El «Govern de la Generalitat» declaró 2016 como el «Any Llull» en conmemoración del séptimo centenario de la muerte de Ramon Llull y con el objetivo de apropiarse propagandísticamente de la vida y la obra del franciscano mallorquín. Pionero en el uso del catalán escrito, autor de las obras «Blaquerna –con el «Llibre d’amic e amat»–, el «Llibre de les bèsties» o el «Llibre del gentil», fue el primero en usar una «lengua vulgar» para expresar conocimientos filosóficos, científicos o técnicos, se le atribuye el invento de la rosa de los vientos y del nocturlabio. Apologeta y creador de «Ars», sistema filosófico que a través de la argumentación racional quería promover la verdad del cristianismo a los infieles con la formación de misioneros que pudieran evangelizar a practicantes de otras religiones con sus propios idiomas, fusionando la teología con la filosofía.

Llull, lascivo y pecador en su juventud y santo en su senectud, fue el ideólogo del proyecto «Rex Bellator», explicado detalladamente en tres de sus libros, «Quomodo Terra Sancta recuperari potest» (1292), «Liber de Fine» (1305) y el «Liber de Acquisitione Terrae Sanctae» (1309). «Rex Bellator», traducido como «Rey guerrero», pretendía la unificación de las Órdenes militares bajo el liderazgo de un Rey cristiano para la reconquista de Jerusalén, perdida para la cristiandad en 1291, y al mismo tiempo proponía la creación de una escuela de lenguas orientales para formar a misioneros que predicasen en tierras infieles. En síntesis, el «Rex Bellator» fue la propuesta de retomar los lugares sagrados mediante un liderazgo fuerte y sólido, la coordinación de una fuerza militar y el uso de la inteligencia y la propaganda para ganar las voluntades de los contrarios a través de la lengua.

La operación separatista puede ser para el conjunto de España lo que tierra santa representó para el orbe cristiano. Y para evitar lamentos por pérdidas irreparables, necesitamos implementar con urgencia un plan similar al propuesto por Raimundo Lulio. Un «Rex Bellator» que sepa imitar la propuesta luliana de unificar constitucionalistas del PP, del PSOE y de Ciudadanos para que formen con urgencia un gobierno fuerte que sepa dar respuesta del Estado de Derecho al proceso separatista. Un «Rex Bellator» que inspire a los catalanes libres de nacionalismo y ayude a dotarles de las armas comunicativas necesarias para la reconquista sentimental de los catalanes seducidos por la propaganda inmisericorde y destructiva a la que nos someten los separatistas. Un «Rex Bellator» que entienda la importancia de la prédica ideológica de las escuelas a los menores y escolares en esta tierra indómita que, como Jerusalén, es Cataluña.

Es cierto que tenemos un Rey de España que ha demostrado sobradamente sus capacidades comunicativas, ha sido prudente e inteligente en la toma de decisiones y comprensivo con las sensibilidades lingüísticas y la diversidad cultural. Ahora es el momento de liderar a los partidos constitucionalistas para superar la humillación a la que nos someten los propagandistas del desacato constitucional; en definitiva, de un valiente y moderno «Rex Bellator» como el que reclamaba Llull.