Rota

Broken (rota) es el nombre que los veterinarios, entre ellos Carlos Rodríguez, conocido por su programa “Como el perro y el gato”, pusieron a la gatita de dos meses que llegó reventada a su clínica. Aunque parezca mentira unos niños, niños de los nuestros, la utilizaron como balón de futbol hasta dejarla medio muerta. Después de operarla varias veces, e incluso pensar que podía recuperarse, la preciosa minina murió. Copio aquí textualmente las palabras que el veterinario decía, entre lágrimas, al dar la noticia: “Se acaba de morir Broken. Hemos hecho todo lo que hemos podido. Se ha muerto un gatito gracias a todos, porque todos tenemos responsabilidad. Cuando tienes que eutanasiar a un perro mayor lo pasas mal, pero ha tenido una vida, una oportunidad, pero Broken era un ínfimo gatito, muy pequeño, que no ha tenido ninguna oportunidad en su puñetera vida. Su única oportunidad ha sido estos días con nosotros, que le hemos dado todo el cariño que nos habéis mandado desde todo el mundo”. Muchos somos conscientes de que los animales son seres vivos con pensamiento, emoción y alma, pero no tantos como para que se respete y defienda a los animales con rotundidad. Si así fuera, no habría niños que jugaran a matarlos. Si así fuera, nuestra cultura transmitiría a sus criaturas la profunda empatía que hay que sentir hacia todo lo vivo. Tanto si son personas, animales o plantas. Tristemente, sigue existiendo una enorme falta de sensibilidad, para empezar de las autoridades. Hay que elaborar ya una Ley de Protección Animal en España. Una ley que castigue con severidad a los que maltratan a los animales, incluidos los que tienen en su propia casa. Una sociedad sin ese compromiso esta, definitivamente, “rota”.

Paloma Pedrero