Iñaki Zaragüeta

Se impone la prudencia

La Razón
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Reconozco que, esta vez, los partidos de oposición –PSOE, Ciudadanos y algo menos Podemos– han reaccionado de una forma más racional a como nos tienen acostumbrados en el momento que aparece la primera noticia sobre un posible caso de corrupción de un político o personaje público, a quienes de entrada se les priva de la presunción de inocencia. En el asunto del presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, las formaciones mencionadas se han limitado a pedir respeto a los tiempos de la Justicia a la espera de que decida o no la imputación.

Esta debería ser la conducta habitual ante actitudes como el Tribunal Superior de Justicia de aquella autonomía que se ha limitado a aceptar el estudio de la causa, que contempla presuntas irregularidades urbanísticas durante la etapa de Sánchez como alcalde de Puerto Lumbreras.

La prudencia es oportuna o quizá es posible que se haya instalado porque los socialistas murcianos ya fracasaron cuando le presentaron en aquel tiempo 16 demandas y querellas y todas ellas fueron archivadas por los tribunales. Ante semejante currículum convenía no sacar los pies del tiesto para no tener que ponerse colorado si se repite de nuevo la historia, máxime cuando el presidente murciano asegura que todo está conforme a ley.

Tampoco Podemos ha puesto el grito en el cielo, probablemente porque tiene mucho que callar. Demasiados de sus prebostes tienen condenas e imputaciones por una gama variada de delitos y presuntos delitos. Además, tienen de qué ocuparse este fin de semana con la batalla interna de dos gallitos como protagonistas, Iglesias y Errejón que ya han decidido sacar los cuchillos cachicuernos. Así es la vida.