Jesús Fonseca

Solidaridad con mayúsculas

Es altamente improbable que el melón de la financiación autonómica sepa igual de sabroso a todos los exigentes paladares. Pero,convengamos en que da igual ocho que ochenta. Los hay que con nada se conforman. El caso es armar gresca y encanallarlo todo. Pero es que, además, no por tener mucho se gestiona mejor. El que es manirroto con nada tiene bastante. Así que, importa lo que importa. Y lo que en verdad tiene cuenta, ahora mismo, es tomar conciencia de que, sólo con solidaridad interterritorial la España autonómica no saltará en pedazos. Cuando se habla de financiación, no es de territorios, sino de servicios, porque los que pagan los impuestos no son las regiones, sino los ciudadanos. Seamos anticipativos, por una vez. Para empezar, Cataluña tiene más ingresos públicos que la media, diga lo que diga Artur Mas. Es mentira que esté castigada. Puro embuste. ¡Hay si otros tuvieran el trato que se le da a ella! ¡Dónde estarían! Lo que tenemos que hacer es blindar un proyecto común con ideas claras para toda España. Otra cosa es que sea esto lo que algunos no quieren. Asegurar la solidaridad es el reto. «Solidaridad con mayúsculas», como tantas veces repite el Príncipe de Asturias. «Lo tenemos muy claro –ha dicho el presidente de Castilla y León, en las horas previas a ese Comité Ejecutivo popular de hoy–, no hay que improvisar, no podemos ser ni desmanteladores del sistema, ni tampoco ir a soluciones aisladas o parciales». «El modelo –ha añadido el varón popular– tiene que mejorar para todos y no atender a singularidades sacrosantas». Ahí quedan las palabras de Juan Vicente Herrera, por si a alguien pudieran interesar.