«Solo sé que...

...no sé nada». Es lo que dijo el filósofo clásico. Y eso es lo que nos pasa en relación con la reforma de la Política Agrícola Común (PAC), o casi. Conjeturas aparte, lo único claro hasta ahora es, en primer lugar, que la Comisión Europea presentará su Comunicación sobre la PAC que se debería aplicar a partir de 2021 en noviembre, si no cambian otra vez el calendario de previsiones que manejan en Bruselas; en segundo lugar, las propuestas concretas de reglamentos no llegarán hasta el año que viene y, por último, en tercer lugar, otro de los puntos que están claros es que hasta que no se haya decidido el dinero que habrá para financiarla, se podrá hablar mucho del futuro de esta política, pero no se podrán tomar decisiones sobre la misma. Y, de la «pasta» se va a discutir hoy en Bruselas durante una conferencia organizada por la Dirección General de Presupuestos de la Comisión Europea sobre el futuro Marco Financiero de la Unión Europea para los años 2021-27, ambos incluidos. Ya veremos si sale alguna idea clara de lo que sucede allí.

Mientras tanto, en España, el Gobierno debería presentar pronto el Proyecto de Presupuestos para el año que viene. Va a ser una prueba de fuego para Isabel García Tejerina y una muestra del peso político que tiene. Si en una situación de sequía grave y severa como la que estamos atravesando, las cuentas del Estado no incluyen un incremento del dinero para infraestructuras y obras hidráulicas habrá que extraer una conclusión: la ministra de Agricultura no ha podido con Alberto Nadal, el todopoderoso secretario de Estado encargado de «los dineros». Desconozco cuáles son las relaciones personales entre Tejerina y Nadal; desconozco también si la primera y su equipo se están moviendo en la trastienda del poder para conseguir más dinero. Si este año no lo logran, con la que está cayendo, habrá que pensar que no tiene peso político. De momento, «solo sé que...».