Triste y sola

Me había propuesto no volver a escribir sobre la Complutense y su rector, máxime cuando además el señor Carrillo tuvo a bien dedicarle una alusión personal a este humilde columnista desde los micrófonos de Radio Nacional. Sin embargo, me es imposible cumplir con mis buenos propósitos después de lo acontecido ayer en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.

Ayer un grupo de encapuchados de ultraizquierda, más de cien, entraron en la Facultad de Derecho y golpearon brutalmente a cinco estudiantes, además de insultar y agredir a un profesor de la facultad. Siendo inaceptable que precisamente en la Universidad ocurran este tipo de incidentes, lo peor es que no es sorprendente, desde hace días se sabía en la facultad que algo así iba a ocurrir y la autoridad universitaria no ha hecho nada, Carrillo no ha hecho nada.

Nunca se hace nada en la Complutense contra los grupos radicales de izquierda, no se hizo nada cuando asaltaron la capilla de Somosaguas, no se hizo nada cuando estos mismos angelitos invadieron la facultad durante la huelga contra la «ley Wert» amenazando a los estudiantes, amenaza ahora cumplida por cierto, y tampoco ahora hará nada el Rectorado. La Complutense lleva demasiado tiempo tolerando a la izquierda más radical y en algún caso fomentándola con profesores que les dan cobijo. Mientras el rector se dedica a firmar manifiestos con Garzón en contra de la derecha, su universidad, más triste y más sola que nunca, se le cae a pedazos, los edificios literalmente, y la libertad sucumbe bajo la dictadura de los violentos.