Alfonso Merlos

Vencer y convencer

Un proyecto para los ciudadanos y para el futuro de esta nación. Lo táctico y lo estratégico convergen en el inicio de esta temporada política para un PPque se pone a prueba democráticamente en dos frentes meridianos. El primero, unas elecciones municipales en las que deberá demostrar que su programa es el más adecuado para impulsar la salida definitiva de la crisis, para generar el mayor bienestar posible, para aliviar a las familias que aún lo siguen pasando mal, para evitar momentos prolongados de inestabilidad y de incertidumbre, para sortear experimentos retrógrados que pretenden avanzar al galope de la mano de movimientos y partidos antisistema, principalmente de extrema izquierda. Ahí es nada. Hay que vencer y convencer. Y el reto es de una complejidad formidable. Pero hay más. El denominado «encaje» de Cataluña en España (así bautizado por la nomenclatura cursi en un indiscutible ejercicio de Guiness) dejará a las claras hasta qué punto el impulso de Rajoy para salvaguardar la unidad de España ha sido el pertinente en tiempo y forma. No es un tema importante sino decisivo. Y el PP se aproxima a la hora de la verdad cargado de la razón en la defensa de la ley y con unas huestes separatistas desarboladas, diezmadas, desacreditadas y atontadas.

Es lo que hay. Desde los cuarteles de la calle Génova se tendrá que lanzar a la opinión pública el mensaje de que todos nos jugamos mucho, y de que todos somos clave para decidir. Entre los pasos firmes o las zancadas suicidas. Entre la solvencia o el amateurismo. Entre lo seguro y los atajos. Más vale prevenir que lamentar. ¿Se entiende?