Violentadas

Hay una escritora y guionista, brillante y talentosa, que responde al nombre de Lea Vélez y que ha escrito un post en su blog «Vidas en red» que seguramente nos haga reflexionar a todas (y espero que a todos) sobre la violencia machista. Ayer sábado tuvo lugar una manifestación en Madrid contra el maltrato, esa cosa que algunos todavía ven como algo lejano, imposible que suceda en sus entornos. Tratamos este problema cuando sucede el drama, la tragedia, solo cuando el sufrimiento ha sido extremo y continuado, pero, como dice Lea Vélez, todas las mujeres, casi todas, hemos sufrido en alguna ocasión en nuestras vidas una mano a destiempo, un toqueteo sin buscarlo, un acoso pesado. Leí su post sobre las veces que ella ha tenido en su vida que pasar por esas situaciones e hice recuento. Y resulta que me acuerdo perfectamente. La primera fue volviendo del colegio. Un tipo esperaba para entrar en el portal y aunque yo iba cargada de libros no me echó una mano para abrir la puerta. Me las echó las dos después, justo cuando entraba en el ascensor. Y no se lo dije a mis padres por no preocuparlos. Fue un manoseo asqueroso, pero recuerdo que estuve asustada durante meses. La segunda fue bastante humillante. Ya estaba en el instituto y estaba haciendo cola para recoger unos papeles. Y entonces sentí una mano. El hijo de un respetadísimo senador de mi provincia, Albacete, me estaba tocando el culo a la vista de todo el mundo. Y se reía a carcajadas. Pasados unos años me di el gusto de recordarle, después de entrevistar a su padre, lo imbécil que me había parecido siempre. Y la tercera no fue hace mucho. Una noche, salí con unos compañeros y debe ser que estar en una discoteca de madrugada ya fue suficiente señal para uno de ellos de que se me podía rozar con todo. ¿Cuántas veces te ha pasado a ti, lectora?